Giovani dos Santos cumple 31 años, una edad propicia para que los jugadores de futbol demuestren toda la madurez que han acumulado en su trayectoria, porque la puerta del final está cada vez más cerca. El delantero del América lo hace en un momento en el que el futbol está detenido y en el que Gio aspiraba a encontrar su mejor versión física y futbolística.
A lo largo de su carrera, Dos Santos ha ido dejando pinceladas de su talento, nadie duda que en él hay un potencial bárbaro, pero la constancia no ha sido lo suyo, más bien los picos de rendimiento han sido de sube y baja.
El Mundial Sub 17 de Perú, en 2005, nos regaló una versión de Giovani que levantó la ilusión de que estaríamos ante uno de los grandes jugadores del futbol mexicano, más cuando su carrera la estaba gestando en el Barcelona de España, una de las mejores canteras del futbol europeo. En ese Mundial, Gio fue uno de los conductores del equipo.
En el futbol europeo tuvo paso en el Barcelona, el Totteham, el Ipswich Town, Galatasaray, Rácing de Santander, Mallorca y Villarreal; clubes en los que tuvo buenos momentos, y tardes en las que derrochó talento, pero en ese paso también hubo algunos asuntos extra cancha que fueron dañando su imagen.
A los 31 años puede presumir que en su espaldas ya tiene tres Mundiales y otros torneos más con la selección mexicana, en donde también ha arrojado momentos de alegría, como el gol con el que el Tricolor venció a Estados Unidos en la Copa Oro de 2011 o el gol que le anotó a Holanda en el Mundial de 2014.
Pero el periplo europeo acabó, recaló en la MLS como jugador franquicia del Galaxy de Los Ángeles donde estuvo los últimos cuatro años antes de arribar al América, las Águilas, el club en el que soñaba jugar porque ahí jugó su padre, le abrió las puertas el año pasado como uno de sus fichajes estelares.
Sin embargo, en Coapa ha sido la misma historia, un Giovani que ilusiona, pero no termina de despegar como se espera. En el Nido ha atravesado por distintas circunstancias desde lo físico, problemas musculares, lesiones y ahora el coronavirus que le han impedido alcanzar lo que él y el americanismo pretenden.
Hace unos días, en una conferencia virtual, Gio comentó que “las lesiones y la poca regularidad no me dejaron alcanzar mi mejor nivel, no fue un buen primer torneo, yo se que se espera más de mí, pero hasta antes de la pausa ya llevaba varios partidos jugando y me sentía bien. Estoy trabajando para que en cuanto se reanude ahora sí pueda alcanzar el nivel”.
Así, a los 31 años, Gio aún tiene tiempo y carrera para demostrar que puede ser ese jugador que hace 15 años ilusionaba en demasía. No hay mejor sitio como América, con su historia, su trascendencia y su importancia, para lograr que su carrera tenga un cierre exitoso.
JMRS