Hace 40 años, América hizo una doble "inversión", porque además de que adquirió a una promesa brasileña de tan solo 17 años por 500 mil dólares, al adquirirlo también aseguraba un refuerzo "bomba" cuatro décadas después.
Geraldo Francisco dos Santos, natural de la región de Pernambuco y mejor conocido como Zizinho, en 1980 aceptó la oferta que le hizo el América para comprarlo del Sao Paulo, lo que significaba abandonar no solo a su familia, sino a su país natal sin ni siquiera haber cumplido la mayoría de edad.
El destino decidió que a Geraldo Francisco lo descubriera el americanismo durante un Sudamericano Sub-17 que disputó con Brasil en Ecuador, torneo en el cual el entonces presidente del club, Guillermo Cañedo de la Bárcena, así como el entrenador José Antonio Roca, le echaron el ojo para llevarlo a Coapa.
La oferta fue irresistible para el humilde joven Geraldo, que en su país ya le apodaban Zizinho por el parecido tanto físico como futbolístico que guardaba con el original Zizinho (Thomaz Soares da Silva), subcampeón del Mundo con Brasil en 1950 y multicampeón con Flamengo a finales de los treinta.
Zizinho dos Santos no pudo negarse a los 500 mil dólares que América le ofreció para llegar a México en 1980 con los miedos y expectativas de un joven que cuatro años después levantaría el título de Liga con los emplumados, el de la temporada 1983-84.
"Con 17 años, (estaba) muy chavo; no lo creía (la oferta del América). Me fui a México y me quedé hasta hoy. La verdad es que yo no pensaba salir de mi país porque tenía la Selección (Sub-17), tenía posibilidades de llegar a la Selección grande, pero hubo una cosa para mí muy importante, que fue el dinero, que fueron 500 mil dólares; no podía decir que no, entonces Sao Paulo hizo un acuerdo con América, me vendieron y me tuve que ir", le dijo Zizinho en una entrevista a Televisa en 2010.
Lo que América no supo hasta hoy es que gracias a esos 500 mil dólares de 1980 es que Giovani y Jonathan dos Santos sienten los colores del América, razón que facilitó que el primero sea su flamante refuerzo.