En 1994 Raúl Gutiérrez fichó por América, el famoso Potro llegó a Coapa procedente del Atlante y lo hizo en uno de los mejores momentos de su carrera, ya había sido campeón de Liga con los Potros de Hierro y como seleccionado nacional jugó la Copa América de Ecuador 1993 y el Mundial de Estados Unidos 1994. Después del cual fue fichado por el conjunto azulcrema.
En América tuvo un buen rendimiento, pero no logró proclamarse campeón, fue parte de esas Águilas que dirigió Leo Beenhakker en la temporada 1994-95, un equipo que llenó la retina del americanismo y del cual el nuevo entrenador, Santiago Solari, ha dicho que le gustaría poder imitar lo realizado por aquel conjunto.
Desde Honduras, el Potro Gutiérrez, ahora entrenador se encuentra alistando su debut al frente del Real España, y recuerda su paso por las Águilas, un equipo al que, admite, soñaba con llegar.
“Como todo jugador quieres dar el salto a uno de los grandes, hoy todo mundo busca eso. En mi caso tuve la fortuna de caer al mejor equipo, al más grande, aunque a la gente no le guste”, comenta el Potro Gutiérrez.
Gutiérrez señala que al día de hoy no hay la exigencia ni jerarquía de jugadores que había en Coapa en otro momento, cuando llegaban futbolistas que llegaban de fuera se les hablaba de lo diferente que era jugar en el América, y cuando lo experimentaban en el campo de daban cuenta de ello.
“A mí me lo decía el querido Alejandro el Gallo García me decía ‘aquí es diferente’, pero no decían los detalles, yo no sabía por qué lo decían bromeaba que si jugaban con pelota cuadrada o qué, pero después entiendes el americanismo, yo lo entendí con mi primer Clásico, empiezas a ver cómo se vive el futbol para el americanismo, cuando llegas ahí pasas de lo profesional y empiezas a querer la playera, te das cuenta de lo que representa para la gente y el club América que yo viví tenía mucha competencia, hoy creo que cualquiera llega al América y lo digo con todo respeto”.
Y explica que en la época en la que él defendió los colores de los azulcrema “te peleaba el puesto el suplente, el joven el viejo, te presionaba la gente de casa y la de fuera, en ese tiempo nos tocó el cambio de que Televisa quería hacer patente que no apoyaba al América y los comentaristas eran muy duros con nosotros. Que Beenhakker llegara y estructurara ese equipo tan vertical como se dio, desarrolló más rápido el americanismo y a entenderlo”.
Incluso confiesa que en su época como jugador de Atlante sabían que el partido con el América era especial “sabíamos que si le ganábamos al América iba a ser publicidad y prima triple”, por lo que “si el jugador que llega al América no entiende que tiene que emparejar el esfuerzo y la mentalidad con la que te juegan, por eso a veces duran tan poco o no juegan”.
Respecto a su cree que se pueda llegar a ver otro equipo similar al de esa temporada 1994-95, el Potro desea que así sea, y detallas cuáles fueron las bases de aquella escuadra que hoy sigue en la memoria de los aficionados azulcremas.
“Era un equipo ejemplar por la verticalidad para jugar, creo que al modelo de juego que tenía ese equipo contribuyeron muchos factores, creo que el principal fue que muchos veníamos llegando del Mundial (1994), el caso de Biyik y Kalusha que se ajustaron a lo que decía Johan Cruyff, que era que para que un equipo tuviera éxito, tenía que tener una parte de jugadores nacionales de alta calidad, una tercera parte de extranjeros de alta calidad y otra tercera parte de cantera con gran proyección y en ese tiempo estaban Cuauhtémoc (Blanco), (Rodrigo) Lara, (Germán) Villa, que eran jugadores con proyección y gran futuro. Fue un privilegio estar en ese equipo y ojalá que algún otro América equipare eso”.