Lorena Galindo es la única mujer entrenadora que está al frente de una categoría oficial del Club América. La originaria de la Ciudad de México, comanda al América Femenil Sub-17, que es el único equipo de la institución que marcha líder en la competencia.
Cuando la pandemia de covid-19 mandó a miles de personas a casa, Lorena inició el curso de entrenadora en línea, después apareció el Club América, se entrevistó con Claudia Carrión y la directora deportiva le encomendó la tarea de formación de las próximas futbolistas azulcrema.
Para Lorena, las mujeres que le han servido de punto de inspiración son entrenadoras como “Maribel Domínguez, Ana Galindo, Fabiola Vargas, Eva Espejo... son muchas las que inspiran. Y en algún momento me gustaría ser lo mismo, un punto de inspiración para otras niñas”.
Galindo Pozo sabe que además de ayudar a las niñas a desarrollarse como futbolistas, también es parte fundamental en su crecimiento personal, pues tiene la responsabilidad de ir formando mujeres que trasciendan más allá del campo de juego, además de velar por su seguridad, pues en el club hay jugadoras que vienen del interior de la República.
La entrenadora comenta cuál es la encomienda en una categoría que vive sus primeros meses en el futbol femenil de México. “Es competitivo sí, pero el objetivo es todavía formativo, las niñas tienen un desarrollo diferente futbolísticamente hablando, por eso el objetivo es prepararlas para llegar al primer equipo, enseñarles a ser deportistas de alto rendimiento y prepararlas para ello”.
Filtros y cuidados
América recibió varias niñas, si bien en el club ya existía un equipo de esta rama, se abrió la posibilidad de reclutar nuevo talento en diciembre pasado; Lorena explica el proceso de selección.
“El primer filtro fue ver qué equipo ya existía en la escuelita, de ahí se tomó una base con las niñas, luego los visores fueron buscando diferentes niñas, vienen muchas niñas foráneas, de hecho, el porcentaje más alto de nuestro equipo es de niñas foráneas, se vienen al club y así se empezó a formar el equipo”.
Evidentemente, las niñas que vienen del interior de la República necesitan más cuidados y así lo hace el club: “viven alrededor del club, hay varios departamentos en una zona que ya conocemos y sabemos que están seguras; además, vienen los papás y se organizan entre ellos para tener a las niñas cerca del club y cuidarlas”.
Lorena es más que una entrenadora: “la responsabilidad es un poco más grande, las tengo que encaminar al lugar correcto, no importa si son profesionales o no, pero que sean personas de bien y creo que el deporte es el mejor medio para hacerlo”.
Con mejores condiciones
Lorena habla de las condiciones que presentan las jugadoras a esta edad: “muchas de estas niñas vienen de equipos que entrenaban dos veces a la semana y jugaban un partido, o eran las cracks de sus equipos y jugaban más partidos a la semana; hay que trabajar en el aspecto físico, técnicamente han mejorado, traen una calidad futbolística que no nos esperábamos, hay muchísimo más nivel, pero necesitábamos este tipo de categorías para seguirlas formando porque todavía necesitan mucha formación técnica y física”.
La entrenadora apunta que en el club se trabaja de manera integral con las niñas en el aspecto sicológico para que estén preparadas en todos los aspectos.
“Lo que buscamos en las niñas es que sean honestas y transparentes con ellas mismas, que tengan la confianza con sus entrenadores. Las alentamos a seguir adelante y a cumplir sus sueños”.
MGC