Montserrat Saldivar, la niña maravilla de América Femenil

Edición Fin de Semana

La jugadora ha cautivado al cuerpo técnico de las Águilas; la defensa es la más joven que ha tenido actividad en el torneo

Montserrat Saldívar, la niña maravilla de América Femenil
Higinio Robles
Ciudad de México /

Montserrat Saldivar se convirtió en la jugadora más joven en la historia del América Femenil en debutar en la Primera División. Con tan solo 14 años, la originaria de Quintana Roo, se estrenó en el máximo circuito el pasado 16 de agosto, cuando las Águilas visitaron a las Tuzas de Pachuca en el estadio Hidalgo. Incluso es la jugadora más joven que ha tenido actividad en el actual torneo.

Montse fue visoreada por Leonardo Cuéllar el año pasado, sus condiciones para ir al frente con mucha determinación llamaron la atención del ex entrenador azulcrema, quien no dudó en invitarla a integrarse al proyecto americanista. La mezcla de su talento, con la visión del actual entrenador Craig Harrington, la llevaron a alcanzar uno de sus sueños, y se ha ganado la confianza del timonel inglés, quien la ha mantenido como titular.


Los orígenes

La espigada jugadora de las Águilas (1.70 metros) inició su carrera en Quintana Roo, desde pequeña se vio rodeada por el deporte, llegó a practicar taekwondo, pero acabó inclinándose por el futbol. “Mi primer equipo en el que jugué fue el Soccermania, el segundo, donde ya me becaron, fue el Valladolid, ahí jugué varios torneos. Cuando empezó la pandemia dejé de entrenar por un largo tiempo y cuando se calmó un poco me dijeron que había visorías aquí en México, vine y en la visoría me quedé, después me llamó (Leo) Cuéllar y me dijo que quería que viniera a entrenar con el primer equipo”, cuenta en entrevista con MILENIO-La Afición.

Así, de golpe y porrazo, América aparecía en su horizonte para abrirle camino en el futbol profesional, era la oportunidad que se había imaginado quizá de manera más inocente, pero ahora la realidad la llamaba a salir de su entorno, dejar todo a los 14 años para ir en busca de ese sueño.


Fue una decisión difícil el hecho de dejar a mis padres y a mi familia, fue un esfuerzo muy grande de mi familia y de mi persona para poder cumplir este sueño, mis papás me dijeron que si era lo que quería que cumpliera ese sueño, me estuvieron apoyando y en todo momento me cuidan y todo lo que hago es para ellos”, comentó.

En el seno familiar y en el Club, tienen claro que más allá del deporte, y de que ya sea una jugador profesional, Montse también debe seguir con su formación académica. “Terminé la mitad de secundaria con las clases presenciales allá en Cancún, me dijeron que la otra mitad era en línea y ahora que me vine a México ya terminé mi secundaria y me dijeron que aquí en el Club me podían apoyar para que estudiara la preparatoria, eso lo valoro muchísimo. Antes quería estudiar para ser maestra de kínder, pero ahora lo estoy dudando y no sé qué vaya a estudiar”.


Del estadio Hidalgo al Azteca

Los 58 minutos que Montse jugó en Pachuca como lateral izquierda le dejaron buenas sensaciones a Craig Harrington, quien la mantuvo como titular para el duelo contra el Atlético de San Luis, pero ahora presentándose en el estadio Azteca. La futbolista cuenta los nervios que la invadieron en sus primeros juegos en el futbol profesional.

“Estaba súper nerviosa y muy emocionada, el hecho de saber que iba de titular y era mi primer partido profesionalmente fue una emoción demasiado bonita; al estar caminando por el túnel al campo me decía ‘tengo que meterle, todo lo que he trabajado aquí se tiene que demostrar’, en algún momento se notaron mis nervios, pero le eché demasiadas ganas. La primera persona a la que llamé fue a mi mamá porque con ella me comunico demasiado y siempre que termina un partido le marco para preguntarle cómo jugué, cómo estuve y qué me faltó. Y jugar en el Azteca fue una emoción demasiado grande, jugar en un estadio con tanta historia y con aficionados maravillosos, fue una emoción indescriptible”.


Por ahora, Harrington ha ubicado a Montse como lateral izquierda, pero ella muestra su sentido ofensivo porque siempre ha jugado como volante ofensiva. “Nunca había jugado como defensa, mi posición natural es volante por izquierda, pero me estoy esforzando demasiado para poder jugar bien esa posición. Siempre me ha gustado mucho ir al ataque y siempre que agarro un balón intentó hacerlo; me dijeron que me vaya siempre al ataque para tirar buenos centros, pero siempre tengo en mente que tengo que bajar a defender”.

Deseos

Montse es la jugadora más que chica que hay en el América Femenil, por lo que sus compañeras la han cobijado. “Me ven como su hermanita menor porque soy la más chiquita del equipo”, dice.

El próximo 20 de septiembre cumplirá 15 años, y tiene claros su deseos. “Cumplir todo lo que tengo en mente; terminar mis estudios, llegar a jugar en Europa o Estados Unidos, y como equipo lograr ser campeonas este torneo”, por lo pronto, este sábado podría ser titular en el clásico contra Pumas.

MGC

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