Santiago Solari llegó a generar un aura especial en el aficionado americanista que lo veía como una especie de mesías, pero con el paso de los meses, de los torneos y los partidos, el romance fue disminuyendo. En diciembre las redes sociales se manifestaron contra el entrenador argentino tras la eliminación con Pumas y el sábado, como si fuera un susurro, en las gradas se llegó a escuchar un “fuera Solari”.
El momento actual es el más crítico que vive el entrenador argentino desde que llegó a México en enero de 2021, porque al aficionado americanista no le gusta lo que ve. Se entiende que si América pierda un partido, porque no es un equipo imbatible. Cuando pierde dos, ya genera cierta inquietud, pero cuando alcanza ocho juegos sin ganar algo está sucediendo.
De lo más reciente a lo más lejano, América no muestra una evolución respecto a su última victoria que se remonta al 23 de octubre del año pasado; en este tiempo se perdieron dos títulos en juegos donde el equipo no estuvo a la altura del escudo.
En el juego del sábado contra el Atlético de San Luis salieron relucir varias de las falencias de un equipo al que no le alcanza con el esfuerzo, en este tiempo se ha visto rebasado y es incapaz de cambiar la dinámica derrotista en la que ha caído el conjunto de Santiago Solari en el banquillo de América y que deberá solucionar para cambiar el momento actual.
Un juego que no convence
La forma de jugar de América ha sido muy pragmática, privilegiando el orden, no es una equipo que se lance a la aventura ni uno que ejecute un juego que agrade a la tribuna por su corte ofensivo, más bien espera un error del rival mientras se hace fuerte en defensa, un estilo que no termina de convencer.
Además, esa fórmula no le ha alcanzado en los últimos ocho juegos (7 de Liga y la final de Concachampions). El encanto que había logrado Solari, porque el resultado le acompañaba, se terminó en esa final ante Monterrey donde el equipo no fue propositivo sino pasivo. Y el traste llegó en la Liguilla, cuando siendo líder se marchó eliminado y humillado en su casa por un equipo que venía desde el repechaje.
Sin capacidad de reacción
En estos ocho partidos el juego ofensivo de América ha sido bajo, le cuesta generar ocasiones de gol, poner en situación de remate a sus delanteros, los cuales pasan mucho tiempo viendo el desarrollo del partido sin oler la pelota. El semestre pasado ninguno de sus atacantes figuró en el top ten de mejores anotadores, fue el mediocampista Álvaro Fidalgo su jugador más letal con cuatro goles. Y en la Liguilla ninguno de sus delanteros convirtió.
Con un ataque de poco peso, lo único que se ve es un equipo sin respuesta en la adversidad, cuando se ve en inferioridad en el marcador no logra darle la vuelta, así pasó en cuatro de los últimos ocho juegos. Pero, también, hubo un par en los que se puso en ventaja muy temprano y fue incapaz de sostenerla. 12 goles recibidos y solo 5 anotados habla del desequilibrio ofensivo y defensivo.
Santiago Solari se encuentra ante el examen perfecto para demostrar su madera, y solucionar su primera crisis en Coapa.
ZZM