Solari, año dos y título por obligación

Edición fin de semana

Para el Clausura 2022, el entrenador argentino deberá hacer de América un equipo protagonista, y que, ahora sí trascienda en la Liguilla

Inicia el segundo año de Solari como entrenador del América (Imago7)
Higinio Robles
Ciudad de México /

Hace un año, el 1 de enero de 2021, Santiago Solari hacía su aparición en la Terminal 2 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, en pleno Año Nuevo llegaba para ponerse manos a la obra al frente del banquillo del club América, lo hacía precedido de haber estado al mando del Real Madrid, lo que le daba un caché especial.

El anuncio de su llegada a Coapa fue recibido con mucha ilusión por el americanismo, le bastó aquella famosa frase de “América, la patria futbolera” para entrar por la puerta grande en el corazón del aficionado azulcrema, que lo hacía ver como si hubiera llegado un profeta a su banquillo.

Con el paso de los juegos, de los meses, de los resultados y del buen actuar de su entrenador en el campo y en la sala de prensa, el aficionado empezó a crear una corriente en el mundo de las redes sociales llamada ‘Solarismo’, que parecía resumirse en la fe ciega que tenían en el entrenador argentino.


Primer desencanto

La ilusión del americanismo era grande de cara a la Liguilla del Guard1anes 2021, pero fue ahí donde vino un golpe de realidad, Solari se vio sorprendido en el juego de ida de los cuartos de final, le ganó el ansia en el juego de ida con Pachuca y los Tuzos lo vencieron 3-1. Después, en la vuelta, logró el marcador que necesitaba, pero un penal de Bruno Valdez acabó por sentenciar al equipo.

América se marchó eliminado, pero la cara que dio el equipo dejó un aire de satisfacción en la grada, el aficionado se veía optimista, mantenían el aire de confianza en el entrenador argentino. El llamado Solarismo ganaba adeptos, aunque no trascendió en Liguilla.


El amor acaba

Y, también, hay que reconocer que en el Torneo Grita México A21, no hubo equipo más regular que el América de Santiago Solari, fue el mejor de todo el curso. El entrenador fue el que mejores registros logró en todo el año; con un invicto en casa y cosechando récords de productividad. Incluso desde la Jornada 15 aseguró el liderato general del torneo. Y aunque su equipo no terminaba de entrar por la retina, los números eran irrefutables y el mismo Solari hablaba de eso cuando venció a Tigres el 23 de octubre y aseguró la plaza de honor.

“Estamos muy contentos porque hemos asegurado ser superlíderes y creo que también del año, con lo cual quiero extenderle una felicitación al equipo a los jugadores por su esfuerzo a la estructura y al cuerpo técnico y las áreas que ayudan en el día a día, los felicito porque no es sencillo y es un gran mérito haberlo logrado”, decía Solari.

Pero ese mismo día se acabaron las alegrías del americanismo, después de esa victoria el equipo no volvió a degustar el sabor del triunfo. El primer desaguisado vino en la Final de la Concachampions, partido único y el rendimiento de América fue muy pobre todo el juego, pero acabó quejándose de una acción que reclamaban como penal en los últimos minutos, cuando la mayor parte del encuentro no generó juego ofensivo.


Cerró el torneo local con derrotas ante Cruz Azul y un empate con Monterrey. Entonces llegó la Liguilla, instalado en la pole position, en la primera curva perdió el control. América nunca apareció en la serie contra Pumas, especulativo en el juego de ida y con un planteamiento defensivo valoró el 0-0 en CU.

Y en el juego de vuelta fue borrado por Universidad, que se llevó por delante su invicto en el Azteca y su récord de puntos. América no se agitó, no se rebeló y el aficionado, ese que defendía a Solari con una espada de fuego, se convirtió en juez implacable, cuestionó las formas y el resultado. El romance acabó de golpe y porrazo.

El 7 de diciembre, Emilio Azcárraga Jean, dueño y aficionado número uno del América, reconoció que estaba “muy decepcionado y apenado con toda la afición. No nos vamos a esconder detrás de unos cuartos, unas semis o unos puntos. Para mí es muy importante ganar como sea el campeonato”. Mensaje claro para todo el club.

A Antonio Mohamed le tomó dos torneos ser campeón; a Miguel Herrera tres torneos en sus dos etapas. Este sábado inició el segundo año de Santiago Solari en América, tercera campaña en la que espera que sea la vencida para lograr el título. Ya lo dijo el dueño, es lo único que vale en Coapa.


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