Las bajas de Jorge Sánchez y de Miguel Layún obligaron a Santiago Solari a recomponer su alineación, no tenía lateral nominal por la banda derecha el entrenador argentino, con este escenario optó por cambiar su dibujo táctico habitual, dejó la línea de 4 y pasó a la de 5 en el fondo.
El entrenador argentino echó mano de Bruno Valdez para jugar como central por derecha, Jordan Silva como líbero y Jorge Meré como central por izquierda. Y los carriles se los dejó a Mauro Lainez por izquierda y Salvador Reyes por derecha.
Al inicio le costó a Chava encontrar la profundidad que suele encontrar por la banda izquierda, pero con el paso de los minutos le tomó el pulso al juego y fue clave. Mientras Mauro entendió que era una jornada en la que tendría que sacar los pulmones y además de alargar al equipo debía replegar.
En la adversidad, Mauro apareció para darle vida al equipo, primero puso el centro para el gol del empate que marcó Diego Valdés. Fue una pelota medida, justo en la raya final y el chileno cabeceó franco.
Y cuando el equipo se encontraba de nuevo en inferioridad colgó otra pelota en el área, tuvo la fortuna de que Félix Torres desvió la pelota, pero ahí apareció Reyes, de nuevo en el punto de remate, ya ha demostrado que es un jugador con alma ofensiva, ganó la posición y empujó la pelota para el 2-2.
Y en el segundo tiempo, Chava ganó una pelota en medio de la confusión cuando se reclamaba una mano, mantuvo la concentración y le cometieron el penal que terminó por convertir Bruno Valdez.
Los recursos a los que recurrió Solari funcionaron, América respira, la mala racha ha llegado a su fin, ese era el objetivo en esta jornada. Empieza otra historia.
FCM