Chivas y Atlas es la rivalidad por excelencia y que por azares del destino, fue el cotejo que definió a los rojinegros como campeones del primer y hasta ahora último título de liga en la era profesional.
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La pelea en ese entonces por el primer puesto de la Liga la tenían los Zorros frente a León, sin embargo, una combinación de resultados permitió a los hombres que dirigía Eduardo Valdatti llegar al cotejo frente al Guadalajara con opciones de labrar la copa.
El entonces Parque Oblatos, también llamado Estadio Luis Felipe Martínez, hoy reducido a una fábrica de fierros y aluminio, fue testigo de un cotejo que pasó a la historia y que vivirá de boca en boca en la mente de los aficionados rojinegros.
Fue gracias a un tanto de Edwin Cubero por la vía penal ante el odiado rival Chivas y combinado con una derrota de los Esmeraldas contra Veracruz, como los Zorros se alzaron con el título al quedarse en solitario con la cima del campeonato 1950-1951.
La polémica no podía faltar, pues durante años, se ha discutido acerca de la validez de aquella marcación, pues miembros de ese conjunto del Rebaño, aseguran que el defensor Rafael Orozco nunca tocó el balón con la mano, sino con el hombro.
Evidentemente el señalado fue el Cuate Salceda, árbitro de aquel juego, a quien se le vio como el villano principal de la película. Tal fue el alboroto, que en medio de los reclamos el juego tuvo que detenerse por un lapso cercano de 10 minutos que se vivían entre protestas, gritos y expectativa, que culminaron con el costarricense Cubero engañando al Tubo Gómez y decretando la victoria rojinegra en la penúltima jornada.
Hoy, esa generación de leyenda por parte de los rojinegros ya descansa en paz. Los miembros de ese equipo partieron de este mundo, por lo que Atlas está en busca de nuevos héroes que reescriban la historia.
SRN