Bolearse los zapatos también puede ser una experiencia impregnada en fútbol. En 1976 nació en el antiguo barrio de Santa Tere la bolería Santa Tere, mejor conocida por la gente como bolería Atlas, aquí se puede apreciar la pasión y afición que dos generaciones han profesado a los rojinegros.
Poco a poco, Don Roberto Castillo tapizó las paredes con fotografías de los jugadores más icónicos de Atlas, como Daniel Osorno, Daniel Guzmán, Cocca y por supuesto no podía faltar Rafael Márquez.
El escudo de Atlas y el Zorro sobresalen en las cuatro paredes y los boleadores portan orgullosos la camisa de los rojinegros.
En esta boleria la pasión al equipo atlista no es la única tradición familiar que ha tocado a dos generaciones, entre los clientes también es costumbre familiar venir aquí a sacarle brillo a sus zapatos.
“Nosotros llevamos ya 45 años y nos ha tocado la suerte de que es el abuelo, el papá y ahora vienen los hijos, osea transgeneracional, al igual que nosotros también los clientes van cambiando pero siguen siendo de los mismos que ya eran antes, pero ahora los hijos”, dijo Julio Castillo, propietario de la boleria Santa Tere.
Durante 45 años Jesús ha venido a bolear sus zapatos a la bolería Atlista. El hombre de 81 años nació en el barrio, es cliente de toda la vida porque le gusta que sus zapatos luzcan limpios, aunque admite que no es seguidor del equipo.
Jairo sí es aficionado a los rojinegros y desde niño es cliente frecuente. Este lunes acudió portando su camisa del equipo porque la bolería prometió que si Atlas ganaba el campeonato, regalaría una boleada de zapatos a aquellos que acudieran usando la camisa y mostraran el boleto del partido.
Bolear zapatos requiere de técnica que se adquiere tras la práctica. Roberto es uno de los hijos de Don Roberto y desde los 13 años ejerce el oficio.
Además de sacarle brillo a los zapatos, en la bolería Santa Tere también reparan calzado y limpian objetos de gamusa.
Ganen o pierdan, el amor por el equipo seguirá siendo la esencia de este lugar.
JMH