Su llegada al Atlas se da bajo la premisa de ser un hombre diferente en ofensiva, ya jugó en Europa, además de ser seleccionado por su país en categorías menores y jugar en uno de los más grandes en Argentina.
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En cuanto se anunció, muchos se iluminaron con la llegada de Gonzalo Maroni al Atlas esperando llenar ese vacíos que ha costado por años ocupar en jugadores que fueron fichados por otras directivas como “diferentes”, pero pasaron de noche
El ejemplo más cercano es el de Luciano Acosta, cuyas cartas eran ser pretendido por el PSG y jugar al lado de Wayne Rooney en MLS, lamentablemente, solo mostró potencial en sus últimos juegos, justo cuando llegó la oferta para que se fuera de los Zorros.
De nacionalidad han llegado muchos, como en su momento el boliviano José Luis Chávez, llamado el “Iniesta Boliviano”, que en 2013 hizo un gol y dos asistencias después de 30 partidos para irse por la puerta de atrás.
Uno de los más grandes fiascos es el ecuatoriano Luis Bolaños, 15 partidos, un gol, cuatro asistencias y fue dado de baja después de irse de fiesta con el “Negro” Sandoval en Cancún tras un partido con Atlante y no volver con el equipo a Guadalajara.
Increíblemente el motivo de su baja no fue ese, sino que como castigo había sido enviado a trabajar con la categoría sub-20, algo a lo que se negó de manera rotunda, así que le dieron las gracias.
De brasileños también hay varios como Danilo Vergne y sus dos etapas en 2004 y 2008, apenas 34 partidos y 5 goles, recordado por anécdotas como su lesión en el pie debido a que, junto a Daniel Osorno, estaban manejando pirotécnica en las instalaciones de Colomos.
Otro fue Lucio Flavio Santos, un jugador que los medios en Brasil aseguraban tenía grandes condiciones, pero que nunca encajó, de hecho, disputó apenas 12 partidos en 2011 y ofreció apenas una asistencia.
Uno de los peores fichajes de las últimas dos décadas para Atlas era llamado el “Messi” Venezolano, Jesús Meza, que en 2011 llegó para dar un salto a la ofensiva atlista, algo que nunca pasó.
Apenas disputó cuatro juegos y una viruela empeoró su situación, por lo que a la directiva no le quedó otra que darle las gracias y rescindir su contrato más temprano que tarde.
Así, el aficionado rojinegro sigue esperando un jugador “diferente” que sea capaz de aportar esa chispa en el campo y pone sus esperanzas en Gonzalo Maroni, que comenzará a tener minutos en la medida que el técnico Diego Cocca así lo decida.
SRN