La historia rojinegra dicta que gracias a un gol de Edwin Cubero, Atlas consiguió su primer título de Liga en la era profesional; ahora, 70 años después, hay otro jugador que puede poner su nombre junto al del costarricense.
Julio César Furch, de un 2021 complicado donde una lesión le hizo dudar sobre su salud a futuro, con esperanzas renovadas e incrédulo ante las muestras de cariño que ha recibido después de marcar desde los once pasos el gol que le dio a los Zorros la segunda estrella, platicó con La Afición.
El argentino quiere ganar más con la camiseta rojinegra, 12 meses le han bastado para encariñarse con todo lo que implica Atlas, pero sabe que el primer reto que enfrentarán este 2022 será el de la “campeonitis”.
“Lo mental será fundamental, hay muchos jóvenes que piensan que por haber logrado esto ya está resuelta su carrera, que ya se consiguió lo máximo y no, esto apenas empieza para nosotros, para mí con 32 años, como para uno de 20. Hay que trabajar en lo mental, las ganas y el saber que se puede repetir este momento y la locura que fue la ciudad, eso está en nuestras manos. La gente va a querer que ganemos de vuelta, que demostremos en la cancha por qué somos el campeón; nos ganamos un respeto ante los rivales y el punto será lo mental, creer que no ganamos nada, que no se consiguió mucho y que viene mucho por delante: el Campeón de Campeones, otros torneos internacionales y hay que enfocarnos”.
¿Después del título, cómo afrontar este torneo?
Atlas como el rival a vencer será un escenario que se encontrarán en más de una oportunidad, además, Furch no ocultó su emoción por los retos que tendrán por delante y que llegarán como consecuencia tras la obtención del título.
Muchos de los equipos de la Liga nos van a querer ganar por ser los campeones, debemos saber manejar esta clase de partidos, los Internacionales que serán difíciles y es otro tipo de juego. Hay muchas cosas que nos motivan, el predio nuevo, todo lo de la transformación es algo que nos motivó, fuimos conscientes de lo que podíamos lograr y lo hicimos. Hay cosas que nos pueden motivar como el poder ser bicampeones también. La carrera del jugador es corta, en un abrir y cerrar de ojos se termina. Tenemos que demostrar por qué fuimos campeones, y que no fue casualidad.
¿Cómo evalúas tu primer año con Atlas?
Una fractura le llevó a perder el primer semestre del 2021. Por su mente pasó que no sería el mismo al volver, pero el destino le tenía preparada otra cosa.
El año no había empezado de la mejor manera, fue duro empezar así, pero sabía que me quedaba mucho por dar; por suerte se me dio la revancha más rápido de lo pensado, traté de aprovechar la oportunidad porque el equipo hizo las cosas bien el torneo que estuve lesionado, así que terminar el año levantando la Copa era algo impensado por cómo fue el año para mí; fui de menor a mayor en el torneo, de mucho trabajo, por momentos uno piensa que el pie no va a quedar igual, que va a costar mucho más, pero se me dio todo muy rápido. Es impresionante terminar de esta manera.
¿Ya viste la repetición del juego contra León?, ¿Qué pensaste antes de patear el penal?
La tanda de penales ante León que le llevó a la vitrina de los inmortales rojinegros es algo que ya vio al menos 50 veces junto a su familia. Su nombre y su rostro es algo que los aficionados ahora llevan en la piel por la eternidad. No es Messi, tampoco Cristiano Ronaldo y menos Diego Maradona, pero el sentimiento de orgullo al ver esos actos le genera algo especial.
"El resumen y la tanda de penales yo creo que lo vi como 50 veces, pasé unos días en Argentina con mi papá, es un fanático del futbol y cada que terminábamos de almorzar me ponía los penales, lo vivíamos juntos, todavía te da el nervio aunque sabes que todo pasó y salió bien. Lo que vivo con la gente que me ha mandado fotos por su tatuaje y un montón de cosas que uno no se imagina. Uno no piensa que tan rápido en una institución vas a generar eso en la gente y es lindo, te llena de orgullo. La alegría mía es ver a la gente festejar y conseguir cosas con el club. Me pone feliz ver a la gente tatuarse tu nombre, porque es muy difícil, uno quizás no cae nunca en eso, mucho lo he hablado y me dicen que cuando me retire me daré cuenta. Siempre imaginas que se van a tatuar a Messi, Maradona, Cristiano y te toca… es lindo y te hace sentir bien por el trabajo que he hecho".
Con un par de años de contrato de por medio, Furch aseguró que por ahora no tiene en planes cambiar de aires, pues quiero seguir haciendo historia con los Zorros.
"Tengo dos años más de contrato con Atlas, mi cabeza está aquí, en lo que se viene, porque habrá cosas muy lindas; vivir el torneo que viene con la gente que estará motivada y agradeciendo lo que se consiguió, eso será lo más lindo; pelear por títulos es lo que me motiva, quiero volver a repetir lo que viví hace unas semanas, estar en una institución que está creciendo. Ojalá que pueda estar muchos años porque al ser el primer año ya me encariñé mucho por haber conseguido el título, me gusta ver cómo está creciendo el club y dar una mano a la gente que ha confiado en mí para lograr todo esto".
MGC