El Atlas cortó un par de juegos de forma consecutiva sin ganar por liga y dio cuenta del conjunto del Querétaro 2-0 en el Estadio Jalisco. Los hombres de Leandro Cufré no conseguían tres puntos desde la Jornada 8 cuando le ganaron al América.
Regularidad es un concepto que al Atlas le ha costado trabajo aplicar en este torneo. Ha sido un sube y baja de rendimiento, un día lo tiene en puestos de liguilla, otro queda fuera de la pelea. Todo en 12 jornadas.
Ante Gallos el equipo se mostró sólido, además, llegaba como uno de los cuatro mejores en la clasificación a este duelo. Si no tuvieron la mejor de las noches, no era culpa de Leandro Cufré y su gente que lo aprovecharon bien.
La doble contención que se ha formado con Edgar Zaldivar y Lorenzo Reyes ha permitido un mejor desempeño de tres cuartos hacia el frente con un Osvaldo Martínez más suelto. Es el cerebro rojinegro, ni más ni menos.
Aunque le faltaron emociones a los primeros 20 minutos de partido, para Camilo Vargas era un día de campo. La visita apenas y llegaba por lo que era cuestión de tiempo para que Atlas confirmara la superioridad.
Al 32’ por fin llegó el tanto, fue extraño, pero igual cuenta. El centro de Osvaldo Martínez no llevaba nada y no lo esperaba nadie en el área, pero la falta de comunicación de Alexis Pérez con su guardameta, Gil Alcalá, provocó que el primero de éstos empujara el balón al fondo de las redes para el autogol.
La relación del colombiano, Mauricio Cuero con La Fiel continúa haciéndose de amor-odio. Su sacrificio en el campo es indudable, pero en el último toque no está fino. Su primera mitad le provocó abucheos, como se ha hecho una costumbre.
Pero en la parte complementaria se redimió. Al 49’ encontró esa dosis de fortuna que necesitaba y con un centro puesto casi con la mano, dejó en franca posición al uruguayo, Facundo Barceló, que de cabeza puso el 2-0. Al 67’, cuando salió de cambio, los aplausos no se hicieron esperar. Mauricio, de a poco, se quiere ganar el cariño de la gente.
Ake Loba daba avisos a 15 minutos del final que Gallos no estaba muerto, disparó en las afueras del área de Camilo Vargas, aunque su intento se fue por arriba de la portería de Vargas. Todo quedó en un susto.
Pero la noche no estaba completa si Camilo no hacía de las suyas y en la compensación, demostró por qué es considerado el mejor portero de la Liga MX atajando un penal más, esta vez a Ayron Del Valle para evitar el descuento de los visitantes.
Regularidad es un concepto al que Atlas no se acostumbra, pero mientras alcanzan el tope futbolístico, los tapatíos hoy durmieron como sexto lugar de la tabla con 17 puntos y pensar en liguilla, no es descabellado.
JMH