El embarazo le reveló a Valeria Miranda su mejor amiga: su mamá

“Soy una mamá futbolista, hago un esfuerzo doble”, dice la jugadora de Atlas femenil.

Valeria Miranda ha contado con el apoyo de su mamá para el doble reto ()
Vanessa Flores
Guadalajara /

Se dice que la empatía es la capacidad de ponerse en los zapatos ajenos comprendiendo sus emociones y sentimientos, pero cuando la maternidad llega se escribe punto y aparte, es hasta que la vives cuando realmente valoras el esfuerzo que otros han hecho por ti; así lo describe Valeria Miranda, defensa de Atlas Femenil, su embarazo le regaló una hija y le permitió redescubrir a su mejor amiga y confidente: su propia mamá.

“Admiro la mujer que es, no sabía qué tan difícil podía ser. Le agradezco mucho desde el día uno que estuviera detrás de mí, en el momento en que tuvo que hacer lo imposible para salir adelante, lo hizo bien porque mira, ve, le doy gracias por quererme a mí y a mi hija, cómo nos quiere y nos apoya, sin ella no estaría aquí, sigue siendo mi mamá antes que ser abuela, este reto sin ella sería imposible.

Mi relación con mi mamá cambió muchísimo, no era mala pero hoy es una de mis mejores amigas, mi confidente y mi apoyo; cuando no sé qué hacer antes le llamaba a mis amigas, ahora le llamo a mi amiga pero es mi mamá también. Costó un poco esta transición, entender a mi mamá, decirle ‘perdóname por lo que hice, mis creencias e ideas’, pero hoy mis respetos para ella.”

La noticia tomó por sorpresa a la entonces capitana del Querétaro cuando disputaban la Jornada 10 del Apertura 2022, en lugar de achicarse, Miranda tomó una pausa y aceptó el reto.

“Fue inesperado, yo tenía un plan de vida que era primero terminar mi carrera deportiva y luego ya tener una familia, la vida me regaló una hermosa bebé anticipada que la verdad me tomó por sorpresa, pero la noticia fue muy bonita, mi gente alrededor me dijo que lo intentara, que siguiera con mi proceso de embarazo mientras pensaba en la posibilidad de seguir jugando, y eso hice.

“Tres meses después de tener a mi bebé estaba entrenando con Pachuca, ellos me dieron la oportunidad de ser parte de su equipo mientras me recuperaba y readaptaba, podía trotar, fortalecer, pero no pesas y demás hasta llegar al momento mínimo en que pudiera ya tocar el balón con el equipo”.

El miedo es un factor imposible de evitar, la incertidumbre ante la posibilidad de no regresar nunca, pero con valentía, Valeria encontró el equilibrio para combinar su nueva doble vida.

“El futbol es un trabajo físico, implica que tienes que estar en tu cien por ciento, creo que siempre está ese miedo tanto si eres mamá o no y me encontré baches de que de repente alguien te hace comentarios un poco desafortunados por ir regresando, pero creo que al final siempre encuentras quien apuesta por ti, por quien fuiste, eres y vas a ser, si hubo miedo pero encontré gente en el camino que me apoyó para estar aquí.

“Adaptarte a la vida de una deportista de alto rendimiento diferente, tus compañeras salen, se divierten, se duermen; y tu llegas a casa con otras responsabilidades, creo que esa ha sido la etapa más difícil, como entregarte a tus dos vidas y que puedas unirlas. Soy una mamá futbolista, hago un esfuerzo doble pero también puedo hacerlo como mis compañeras a la misma intensidad y ritmo, y puedo llegar a casa a cuidar a mi hija, darle de comer y enseñarle lo que tiene que saber. Emma llegó a mi vida en el momento que tenía que llegar y en que yo necesitaba para entender muchas cosas, dar ese salto de madurez como mujer, hoy en día es mi inspiración en todo lo que hago, es mi batería, mi plus”.

SRN



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