Afición de Cruz Azul vuelve a llevar 'serenata' al equipo previo a la final

Cientos de aficionados de La Máquina se concentraron a las afueras del hotel de concentración para externar su apoyo al equipo antes de la final

Cruz Azul y la fiesta de la noche previa (Higinio Robles)
Higinio Robles
Ciudad de México /

Nadie puede negar que el aficionado de Cruz Azul es fiel, quizá con un toque de masoquista, pero fiel como pocos. Los hinchas de La Máquina han sido un pueblo castigado muy crudamente los últimos 23 años y medio. Más de dos décadas acumulando frustraciones, decepciones, burlas... pero ahora sienten la gloria cerca muy cerca.

Un día antes del partido de vuelta de la gran final del Guard1anes 2021 los seguidores celestes acudieron al hotel de concentración para dar el último aliento a su equipo, mandarlos a la cama con el mayor de los optimismos de que esta copa no se les puede escapar.

Fue una fiesta, una verbena montada por más de 300 aficionados, con pirotecnia, alcohol y pocas medidas sanitarias. La mayoría con cubrebocas, pero la sana distancia no existió, parecía que lo más importante era arrimar el corazón. Cantos, banderas al airea, humo blanco y un grito de guerra bien claro. "Azul, azul, azul".

Las porras de La Máquina llevaron cohetes, bengalas, los bombos, las trompetas, todo con lo que se pudiera hacer ruido. La cita para el inicio eran las 20:00 horas, pero desde mucho tiempo antes empezó. Es tanta la ansiedad y es mucho el tiempo contenido el festejo.

"Solo la muerte va a separarnos, me preguntan por qué estoy a tu lado, no estoy loco solo estoy enamorado, de la mano jugadores y esta hinchada, todos juntos por esa copa anhelada", cantaban los seguidores a la espera de que sus ídolos aparecieran. Algunos futbolistas se asomaron por las ventanas, mientras la fiesta con cerveza se celebraba a las afueras del hotel.

Del norte, del sur, del centro, del oriente, de todas partes de la ciudad vinieron los aficionados, que lo huelen y sienten muy cerca, cantan y cantan que su sentimiento no morirá, que "volveremos a ser campeones como en el 97". Ellos no pierden la fe, hoy más que nunca la tienen, hoy confían ciegamente en el equipo de Juan Reynoso y n este grupo de jugadores.

Cientos de ellos cantaron en el hotel, algunos encima de los autos, otros cargados en hombros, con la garganta a todo pulmón, como si ellos metieran con su empuje el primer gol en el juego de este domingo.

"Ya nos toca, ya nos toca, como dijo Reynoso, esta no se nos va a escapar, los jugadores tienen huevos y lo vamos a lograr", dijo un integrante de la Sangre Azul. Una noche antes de la Final, el pueblo celeste acaricia la gloria.


RGS

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