El 29 de abril de 2006, Cruz Azul debutó un canterano de 19 años llamado Julio César Domínguez. En los últimos 14 años muchas cosas han cambiado en La Máquina, menos la regularidad del Cata. Han pasado varios entrenadores, ha jugado como central o lateral, le han traído competencia extranjera y mexicano, pero al final de cuentas Julio siempre ha mantenido la titularidad al equipo.
Por esa razón, a sus 33 años, ya es el jugador con más partido del club al haber llegado a 551, empatado con el histórico Ignacio Flores, pero el domingo, en la vuelta contra Tigres, lo será en solitario.
“Es un honor poder lograr este objetivo, poder alcanzar a una gran leyenda que es Nacho Flores; como siempre lo he dicho, los que están atrás de mí son los que han logrado esto, no solo yo: mi familia, los jugadores, ex cuerpos técnicos que han estado acá, directiva. Agradezco a todos ellos y me siento muy feliz, muy contento de haber logrado este objetivo”, dijo hoy Julio César Domínguez en conferencia de prensa.
De perfil bajo, alejado de los reflectores, Julio César ha sido protagonista de la historia reciente de Cruz Azul, las muchas decepciones y las pocas alegrías; ya no es el canterano de 2006, sino ahora uno de los capitanes y el de mayor tiempo en el club. Es ya todo un referente.
“De los momentos más difíciles fue cuando terminamos en último lugar y estuvimos peleando el descenso; también hubo un torneo donde solo jugué la mitad de los partidos, pero esto siempre ha sido de trabajar y creo que es lo que me ha mantenido. Esto es constancia, trabajo, perseverancia y profesionalismo, lo que hago día a día; me siento contento por haber logrado esto”.
RGS