En Cruz Azul, como en cualquier otro equipo, puede haber torneos buenos, regulares, malos y pésimos. Hoy, La Máquina coquetea con lo último. No es para menos, en la última semana el conjunto celeste se convirtió en el penúltimo lugar de la tabla general, recibió la peor goleada de su historia, despidió a su entrenador, se convirtió en la peor defensa del torneo y un grupo de aficionados fue a increpar a los jugadores por los malos resultados. Parece que en una situación más vulnerable no puede estar.
Además, el recuerdo de que este equipo hace un año salió campeón también le da una carga extra, sobre todo si se considera que de ese once titular solo cuatro jugadores fueron consistentes en el proyecto fallido de Diego Aguirre: Julio César Domínguez, Rafael Baca, Juan Escobar e Ignacio Rivero. Los dos primeros, aborrecidos por los aficionados; mientras que los segundos, exonerados por la afición celeste.
Y eso mismo se pudo palpar ayer en las instalaciones de La Noria, ahí donde llegó una treintena de aficionados molestos, cargados con mantas y muchos reclamos de por medio. Se acomodaron en la puerta principal para esperar a los jugadores. Sí, fueron momentos de tensión, con peticiones subidas de tono; aplaudieron a Jesús Corona y Nacho Rivero, mientras que apretaron a Uriel Antuna (con huevos estrellados en el frente del auto), Luis Abram (con protestas de que se regresara a su país), Ángel Romero, y Erik Lira. Hay mucho enojo.
Números que espantan
Con ocho puntos sumados y 25 goles recibidos, Cruz Azul no tiene contento a nadie. Esta productividad es una de las más bajas que ha tenido el club en los últimos 20 años. Incluso, a más de uno recordó que una goleada similar (6-1 frente al Fénix de Uruguay en la Copa Libertadores) detonó el proyecto de Mario Carrillo en 2003, provocando la salida del entrenador y la rescisión de contrato de todo al plantel.
Hoy no son las mismas medidas –drásticas en todos los sentidos–, pero sí una preocupación similar. Después de 10 partidos, Cruz Azul solo estuvo peor en el Apertura 2004 cuando apenas había sumado siete puntos y era último lugar; en el Clausura de ese mismo año, la situación era idéntica: ocho puntos y penúltimo de la clasificación.
En estos tres torneos también La Máquina tuvo cambios de entrenador. Carrillo, como ya se dijo, se fue en la jornada 9 de la Clausura 2003; llegó Meza, quien dirigió ese torneo, uno más y fue cesado en la jornada 9 del Clausura 2004; en su lugar entró Luis Fernando Tena, quien al semestre siguiente se tuvo que marchar después de 10 jornadas disputadas. Al Ojitos le alcanzó para meterse al repechaje, mientras que el Flaco logró llegar hasta las semifinales.
Desde entonces La Máquina no había estado tan bajo después de las 10 primeras jornada; obviamente las alarmas están prendidas para no repetir el sótano del Clausura 2009 al final de la temporada, y sí tratar de rescatar el torneo, arañando la repesca.
Por ahora, trabajará Raúl Gutiérrez con algunas jornadas para ver si puede con el reto o es necesario buscar un bomberazo.
FCM