Cruz Azul ha caído en un evidente bache en las últimas jornadas del Guardianes 2020, mismo que siembra dudas en el equipo a poco menos de un mes del arranque de la liguilla. Los de La Noria acumulan tres fechas sin ganar, en las cuales sólo sumaron uno de nueve puntos posibles, cuestión que los llevó a perder el liderato que hasta hace tres semanas mantenían. Y no sólo eso, sino que ahora los cementeros se mantienen con pinzas en dentro de los primeros cuatro lugares de la tabla general.
FOTO: Club Cruz Azul (Imago7)
Lo anterior se deriva a que la escuadra comandada por Siboldi ha perdido juego, consistencia y -sobre todo- contundencia, pues los azules suman 282 minutos sin marcar; ésto último se debe -en gran medida- a que Jonathan Rodríguez, actual líder de goleo, literalmente se ha apagado.
FOTO: Jonathan Rodríguez (Imago7)
En sentido, la estadística es contundente. Si se suman los 24 partidos de liga que el Cruz Azul ha jugado en el presente año, sumando el inconcluso Clausura 2020 y el presente certamen de Guardianes, el uruguayo ha marcado en 15 de ellos, con saldo de 19 goles. En la quincena de encuentros anteriormente citados, La Máquina cuenta con marca de 13 victorias, un empate y una derrota, para una efectividad del 88.8 por ciento.
FOTO: Jonathan Rodríguez, jugador de Cruz Azul (Imago7)
Sin embargo, cuando el internacional charrúa no se hace presente en el marcador, el conjunto cementero tiene récord de dos triunfos, dos equidades y cinco caídas, para una eficiencia menor al 30 por ciento. Lo anterior significa que si Rodríguez no sale fino, el Azul seguramente no ganará; en otras palabras, el equipo está expensas a lo que haga o deje de hacer el Cabecita.
FOTO: Jonathan Rodríguez (Imago7)
NO ES ALGO NUEVO
La dependencia a un jugador no es algo nuevo en el Cruz Azul. En años anteriores ésta mala costumbre (si se le quiere llamar así) ha sido recurrente en el equipo. A pesar de que La Máquina casi siempre ha contado con planteles vastos en calidad y en cantidad, si esa estrella o piedra angular falla, el equipo se viene abajo.
El primer ejemplo de lo anterior es el de César Delgado, quien llegó al combinado de La Noria en el 2003; sin embargo, su mejor momento con los azules lo vivió entre el Clausura 2005 y el Apertura 2006, lapso en donde el argentino marcó 34 goles.
FOTO: César Delgado (Mexsport)
No obstante, a pesar de haber sido en varias ocasiones el mejor jugador del futbol mexicano, cuando el Chelito no salía en una buena tarde a los cementeros les costaba sacar los resultados, cuestión que ocurría de manera más marcada en la liguilla o, por ejemplo, contra el América, rival al cual nunca pudo ganarle.
FOTO: César Delgado (Mexsport)
De hecho, los azules sólo se llevaron una serie de fase final con César Delgado en la cancha, misma que fue contra el Monterrey en los Cuartos de Final de la liguilla del Clausura 2005; no obstante, vale la pena puntualizar que los celestes avanzaron en dicha llave por su mejor posición en la tabla, pues el global terminó 3-3.
FOTO: César Delgado (Mexsport)
Años después, en el Apertura 2009, Emanuel Villa arribó a La Máquina y de inmediato comenzó a rendir buenas cuentas. En aquel certamen, el ariete logró coronarse como campeón de goleo con 17 dianas, siendo el último delantero de la Liga MX que ganó esta distinción promediando de a un gol por encuentro.
FOTO: Emanuel Villa (Mexsport)
Cruz Azul llegó hasta la Final, pero no gracias al Tito, pues el argentino se apagó en la liguilla, misma en donde sólo pudo anotar dos goles en seis compromisos. Al final, los cementeros resultaron subcampeones, pero cuando más necesitaron del líder de goleo, éste desapareció.
FOTO: Emanuel Villa (Mexsport)
Tras ello, tuvieron que pasar 47 partidos -entre liga y liguilla- para que Villa volviera a anotar 17 goles (marca que le otorgó el campeonato de goleo del Apertura 2009), cuestión que ocurrió hasta la jornada 7 del Clausura 2011.
(*) Jornada en la que llegó el gol 17 de Villa; tras ello, el delantero marcó 5 tantos más en el Clausura 2011, torneo en donde culminó con 9 anotaciones, siendo su segundo mejor registro de anotaciones con La Máquina.
En el Bicentenario 2010, Cruz Azul hizo una de sus mejores contrataciones de las últimas dos décadas, pues para ese certamen se hizo de los servicios de Christian Giménez, uno de los jugadores más determinantes del futbol mexicano por aquel entonces.
FOTO: Christian Giménez (Mexsport)
El primer torneo del Chaco con la remera celeste fue difícil, sólo marcó dos tantos en los 16 partidos en los que vio actividad en dicho certamen, mismo en el que La Máquina no calificó, además de que perdió la Final de la Concachampions en ese mismo semestre.
FOTO: Christian Giménez (Mexsport)
Para el Apertura 2010, Giménez comenzó a manifestar el nivel que mostró con el Pachuca durante varias temporadas, ayudando a que los cementeros se adjudicaran el liderato general y el Chaco se erigiera como el mejor jugador de la liga.
FOTO: Christian Giménez (Mexsport)
Para su mala fortuna, el gran torneo de Christian culminó con la dolorosa eliminación a manos de los Pumas en Cuartos de Final; sin embargo, fue ahí en donde comenzó a convertirse en ídolo de La Máquina.
FOTO: Christian Giménez (Mexsport)
Conforme pasaron las campañas y a pesar de haber contado -en diferentes años- con compañeros como Emanuel Villa, Javier Aquino, Gerardo Torrado, Marco Fabián, Mariano Pavone, Ángel Mena, Jorge Benítez, entre otros más, daba la impresión el equipo dependía de lo que hiciera el Chaco, quien -en muchas ocasiones- tenía a José de Jesús Corona como su mejor aliado.
FOTO: Christian Giménez y José de Jesús Corona (Imago7)
En este grupo, igualmente podría mencionarse a Luis Amaranto Perea, jugador que militó en Cruz Azul entre 2012 y 2014; en ese lapso, también se distinguió por ser uno de los jugadores que colaboró con Giménez y Corona a cargar -en varias oportunidades- con el peso de esta escuadra.
FOTO: Luis Amaranto Perea (Imago7)