La victoria en Jamaica le salió muy costosa a La Máquina. Demasiado. Ayer se confirmaron los peores temores: su hombre fuerte, el líder de la defensa y uno de los que pone orden en el vestidor, se ha roto. Sí, Pablo Aguilar sufrió la ruptura del ligamento cruzado anterior en la rodilla izquierda y, por ende, está fuera del Clausura 2020.
UN ELEMENTO IRREMPLAZABLE
Justo en este Clausura 2020 Cruz Azul ha tenido muy mala suerte en el tema de las lesiones; antes del inicio de la competencia perdió a Yoshimar Yotún -quien apenas reapareció- y Milton Caraglio con molestias de más de dos meses de recuperación. También quedaron fuera algunos juegos Igor Lichnovsky, Adrián Aldrete y Sebastián Jurado por lesiones menores. Sin embargo, la de Pablo Aguilar es por mucho la que más afectará al equipo en lo que queda de competencia.
Y es que el zaguero paraguayo es uno de los líderes de La Máquina tanto afuera como adentro del terreno de juego. Es el hombre que grita y pone orden en todas las zonas del campo, sobre todo en la defensa. Es un líder nato y su experiencia lo vuelve imprescindible para el equipo.
Incluso, pese a que ya es un elemento veterano -cumplirá 33 años el próximo 2 de abril- Pablo Aguilar tiene números muy envidiables con La Máquina, casi perfectos. Por ejemplo, hasta el momento de esta desafortunada lesión, el defensa guaraní solo se había perdido tres partidos de Liga con Cruz Azul; sí, de los 66 juegos que el equipo ha tenido desde su llegada en el Apertura 2018, Pablo estuvo presente en 63, lo que representa el 95 por ciento. Jugó todo el torneo pasado y tenía todos los minutos del actual.
Sobra decir que en todos esos partidos Pablo fue titular y pocas veces salió de cambio. Es más, de los 63 partidos que inició, solo en tres no pudo completar los 90 minutos, en dos porque salió lesionado y uno más por expulsión. En pocas palabras, nunca pasó por una decisión técnica que no iniciara un juego o que saliera de cambio.
De los 5 mil 940 minutos que pudo haber disputado en la Liga, acumuló 5 mil 573, un 94 por ciento. Sí, Pablo es un jugador fundamental para La Máquina y por eso su baja será muy sensible para el equipo.
EL DILEMA PARA SIBOLDI
Hasta la lesión de Pablo, Cruz Azul tenía cuatro centrales de jerarquía para afrontar cualquier eventualidad, como habían sido las lesiones de Lichnovsky, ahora la baraja se reduce a tres: el mismo Igor, Julio César Domínguez y Juan Escobar. Los dos últimos habían alternado en la lateral derecha, pero ahora, lo más seguro es que el Cata vaya a la central de manera defintiva.
Sin embargo, La Máquina queda en el límite, pues si se lesiona alguien en este sector o por la parcela derecha, ya tendría que echar mano de la cantera, como ocurre por la izquierda con Aldrete y Jaiber Jiménez. De ahí, que el mismo técnico haya pedido algún refuerzo para la defensa y no se lo cumplieron.
LAS OPCIONES:
Julio C. Domínguez: De los tres zagueros que quedan, es el de mayor experiencia; había jugado como lateral derecho, pero ante la baja de Lichnovsky regresó a la central y ahora apunta a no moverse.
Igor Lichnovsky: Le ganó la carrera a Juan Escobar para asegurar un lugar en el once; ya se había complementado bien con Pablo y ahora tendrá un nuevo acompañante; ha tenido lesiones menores.
Juan Escobar: Le ha costado mucho consolidarse, al grado que Siboldi lo mandó a la banca; las lesiones de Lichnovsky le han dado minutos y ahora se abre el hueco para que juegue, pero como lateral.
FCM