Marcone y Teófilo, historia de dos traiciones a Cruz Azul

Ambos jugadores estuvieron cerca del título con La Máquina y aseguraron que estaban contentos en el club; sin embargo, se dejaron convencer por Boca y River y salieron por la puerta de atrás del club

Teófilo Gutiérrez e Iván Marcone, ex jugadores de Cruz Azul (Imago7)
Eduardo Espinosa
Ciudad de México /

La herida aún no cierra. Tantito se escucha el nombre de Iván Marcone y los aficionados cruzazulinos encienden las redes sociales. Sucedió hace dos semanas, cuando un periodista argentino aseguró que Boca Juniors compraría a Guillermo Fernández –aún propiedad de Cruz Azul- y en la negociación incluiría a Marcone para rebajar el precio y así, el posible regreso de Iván se convirtió en Trending Topic. Sin embargo, hoy el equipo afirmó -una vez más- que ya no hay interés en el regreso del mediocampista argentino.

Y así ha pasado en el último año y medio desde que, de manera inesperada, Marcone abandonó a Cruz Azul. La afición al tiempo que se lo reprocha también añora un posible regreso. Sin embargo, antes del argentino, alguien hizo exactamente lo mismo años atrás: Teófilo Gutiérrez.

Paralelismos, muchos: los dos solo jugaron un semestre con La Máquina; ambos estuvieron cerca de ser campeones, incluso se equivocaron –de diferente forma– en la Final que los tocó perder (por cierto, las dos ante el América), después prometieron fidelidad a La Máquina, pero les llegó el canto de las sirenas de los grandes de Argentina y forzaron su salida.

TEÓFILO, EL PROBLEMÁTICO

Era diciembre de 2012 y Cruz Azul anunciaba la sorpresiva contratación del delantero colombiano Teófilo Gutiérrez, un futbolista de cualidades destacables, pero también de una reputación alarmante, porque justo un año antes, el Racing de Avellaneda lo había echado por amenazar a un compañero en el vestidor con una pistola de aire.

Pero Teo mantuvo la compostura en Cruz Azul, fue titular en casi todos los partidos, marcó nueve goles y fue pieza para que La Máquina llegara a la Final del Clausura 2013 frente al América. Y el delantero colombiano estuvo cerca de escribir su nombre con letras de oro en la historia del club, pues en el juego de vuelta él abrió el marcador para poner el 2-0 global, y cuando América ya jugaba con 10 hombres tuvo el segundo, en un disparo de Chaco Giménez que se estrelló en el poste, pero que el rechace le quedó un paso atrás de su llegada por lo que no pudo concretar. De ese error todos se acuerdan.

Cruz Azul terminó por perder de manera increíble esa Final y la historia de Teófilo con el club cambió abruptamente por el interés del River Plate de Argentina.

“Sí, me halaga que un club como River esté interesado, pero yo estoy contento en Cruz Azul, son rumores lo que se dice”, le dijo Teófilo a La Afición, quien en ese momento vacacionaba en Colombia. Al regresar a México reiteró lo dicho, aunque su representante y él mismo ya presionaban a la directiva para dejarlo salir.

Y así ocurrió. La presión fue tanta que Cruz Azul terminó por traspasar a Teo, no sin antes exigir el pago completo a River Plate, congelando su pase internacional hasta que éste se efectuara. Así se consumó la traición de Teófilo Gutiérrez.

EL ÍDOLO QUE NO FUE

Cinco años después del episodio de Teófilo, una historia similar se repitió en Cruz Azul: la del argentino Iván Marcone. El contención no llegó con la misma fama que el colombiano, pero su rápida adaptación y gran jerarquía en el mediocampo lo convirtieron en un líder de La Máquina de Pedro Caixinha.

En ese Apertura 2018 Cruz Azul dominó el torneo e Iván Marcone se convirtió en la mejor contratación extranjera de ese semestre. La Máquina llegó a la Final, de nueva cuenta contra el América, en una serie muy cerrada el triunfo estaba destinado para que el que cometiera errores, las Águilas cumplieron ese precepto, no así Cruz Azul.

Ya en el juego definitorio, en el segundo tiempo Jesús Corona trató de salir jugando de manera apresurada con Marcone, Iván estaba de espaldas y nunca se dio cuenta que la pelota iba hacía él, Edson Álvarez la recuperó para los de Coapa y un Marcone desesperado tropezó para ver desde el suelo como América abría el marcador y se quedaba con el título.

Esa noche nadie en Cruz Azul quiso hablar, solo Iván, quien salió a dar la cara y ofrecer disculpas por el error que había cometido. Sí, la actitud de un líder.

“Me hago responsable, soy partícipe, pero esto nos va a fortalecer y lo vamos a remonta, nadie nos quitará la ilusión de volver a intentarlo”, dijo y ahí mismo, cuando ya se escuchaban los primeros rumores del interés del futbol europeo en él, aseguró que se iba a quedar en Cruz Azul para tratar de salir campeón.

Pero esas palabras se esfumaron cuando apareció Boca Juniors en el horizonte. Iván le pidió a la directiva –en ese momento con Ricardo Peláez como director deportivo– que lo dejara salir. Y así sucedió. Marcone se fue a los seis meses, consumando una traición que aún duele en el seno cruzazulino.


FCM

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