La Comisión Disciplinaria va con cero tolerancia, ese es el mensaje que se le mandó a Cruz Azul y a su afición después de los gritos homofóbicos que los seguidores celestes lanzaron en el juego entre La Máquina y León del pasado miércoles y que llevó al árbitro, Fernando Guerrero, a detener el encuentro en dos ocasiones.
En un comunicado, el órgano disciplinario informó que “una vez realizado el estudio y análisis de las pruebas aportadas y recabadas en el procedimiento de investigación sobre los gritos discriminatorios en el estadio Azteca, esta autoridad resuelve: sancionar al Club Cruz Azul con un veto de estadio por un partido, por la aparición del grito discriminatorio durante el partido antes mencionado y la aplicación del protocolo antidiscriminatorio”.
El veto impuesto a Cruz Azul dejará con cierta desventaja a La Máquina, que no podrá tener aficionados en su partido de repechaje o de cuartos de final (en caso de que el cuadro celeste se clasifique de forma directa).
Asimismo “se advierte al Club Cruz Azul sobre su conducta futura, ya que en caso de que este tipo de acciones se vuelvan a cometer, la Comisión Disciplinaria podrá imponer sanciones más severas en su contra”.
Fueron cuatro ocasiones las que se escuchó el grito en el encuentro mencionado, aunque el sonido local intervino y pidió que no se realizaran esa manifestaciones, éstas no cesaron, asimismo, el miércoles fueron desalojadas más de un centenar de aficionados.