Parecía otra jornada negra, otra de amargura para un Cruz Azul que sabe bien cómo ser protagonista de días grises, pero el VAR, que tanto da y quita, fue un factor clave para que La Máquina lograra su segundo triunfo del torneo, por 3-1 sobre Pachuca. Y es que desde la cabina del video arbitraje se marcó un claro penal que le devolvió al corazón a los celestes que recuperaron la alegría cuando jugaban con uno menos.
La Máquina inició el partido a buen ritmo, parecía decidido el equipo de Robert Dante Siboldi a demostrar que puede ser un equipo al que se le tenga credibilidad en el torneo. Merodeó la puerta de Alfonso Blanco, pero a los celestes les faltó precisión.
Muy pronto Jonathan Rodríguez sacó un tiro de media distancia como la primera amenaza. El uruguayo fue de lo más activo en el arranque del partido, pero fue también la muestra de la imprecisión en la definición.
Elías le filtró una pelota que lo dejó en posición franca, pero el control del Cabecita no fue el más adecuado, la bola se le alargó y no pudo tener una buena definición ante la salida de Blanco, así que el balón se fue por encima de la portería hidalguense.
Tenía el control La Máquina, que se anticipaba bien en la medular para lanzarse de nueva cuenta, pero lo que no pudieron mejorar fue la precisión en la última zona, donde Pachuca lograba salir airoso.
Los Tuzos no tenía la bola, les costaba mucho poder enarbolar alguna jugada, poco a poco se fueron estructurado, se ordenaron y fueron apagando el ímpetu celeste, un cuadro que fue perdiendo gasolina.
El partido entró en una fase de aletargamiento, algo que no le incomodaba a Pachuca, que hacía lo posible por empezar a tener una acción que le acercara al arco de Jesús Corona. Las ideas se le extinguieron al conjunto cementero, ni Alvarado, ni Elías ni Rodríguez lograban tener esa cuota de desequilibrio que les diera profundidad y que les permitiera poner una bola de peligro a Santiago Giménez, desaparecido completamente por la falta de balones.
Fue en la recta final cuando el partido volvió a tomar color. De nuevo Rodríguez se encontró con una pelota que pudo haber tenido mejor final. Romo le asistió en el área al charrúa, pero éste impacto mal y su tiro se fue desviado.
Y de pronto, Pachuca, que no había exigido a Corona y que pasó ciertos apuros, fue el que tuvo la más peligrosa. Un córner fue peinado en el primer palo, y el balón le cayó a Víctor Dávila, quien le ganó en el salto a Domínguez y puso la pelota en el poste. Se salvó Cruz Azul de un gol que hubiera supuesto un golpe emocional muy fuerte.
Y antes del descanso, Elías prendió una volea que se fue desviada del arco de Blanco. Quedaba el complemento para que ambos equipos manifestaran un cambio de actitud para aspirar a la victoria.
Los Tuzos sí dieron un paso al frente, dejaron de ser contemplativos y en el arranque del segundo tiempo tuvieron más presencia en campo rival que en todo el primer lapso. Tan es así que fue el primero en rematar a gol y el que abrió el marcador.
Pachuca aprovechó que Igor Lichnovsky estaba fuera del campo por un golpe, y Erick Aguirre puso un centro al corazón del área, ahí llegó Luis Chávez para rematar picado con la cabeza y batir a Corona al 54’.
Golpe al orgullo de La Máquina que necesitaba de una pronta reacción. Y la tuvo, apenas tres minutos después Giménez demostró su instinto, si en todo el primer tiempo no tuvo una sola bola, cuando le quedó una a modo no la desaprovechó, primero, ejerció bien de poste, tocó con Alvarado que le regresó la pared y en el área controló y tiró raso y cruzado. Nada pudo hacer Blanco. Cruz Azul estaba vivo.
Pero el juego se le complicó a La Máquina al 74’ por una expulsión a Pablo Ceppelini, el uruguayo tenía diez minutos en el campo y una plancha sobre Murillo (revisada en el VAR) lo mandó al vestidor.
Parecía que el empate estaba cantado, pero de pronto una irrupción de Elías acabó con Tapias trabando al volante celeste, el árbitro, Alfredo Silva, señaló tiro de esquina, pero el VAR le llamó y tras revisar la jugada, el silbante marcó el penal que convirtió Jonathan Rodríguez al 82’. Fue un gran respiro para Cruz Azul que aún marcó el tercero gracias a un remate de Juan Escobar.
La Máquina respira, salvó un partido clave en sus aspiraciones por seguir puntuando, pero aún tiene muchas cosas por mejorar para no sufrir tanto. Y Pachuca, Pachuca no encuentra un punto de despegue.