A Cruz Azul le volvió a pasar. Otra vez a La Máquina se le cae el fichaje de un jugador cuando parecía ya hecho. Hoy la directiva celeste anunció que se desistirá de la contratación del brasileño Paulinho Bóia luego de que éste no pasara las pruebas médicas por una lesión que trae en la rodilla izquierda.
Sí, un problema médico echó abajo la última contratación de Cruz Azul para este torneo y no es la primera vez que lo vive, pues en otras temporadas ha tenido casos similares.
MARTÍN ARZUAGA
En el Clausura 2006 La Máquina ya había concretado el préstamo de Arzuaga; sin embargo, cuando el colombiano llegó a México para hacer sus exámenes médicos se le descubrió un problema congénito en la rodilla izquierda, razón por la que se canceló la transferencia.
WASON RENTERÍA
El colombiano iba a llegar como refuerzo para el Apertura 2011, pero al no aprobar las pruebas médicas fue descartado. El delantero arribó al país, hizo los exámenes, incluso ya estaba entrenando con el equipo, pero después de varios estudios el cuerpo médico de La Máquina determinó que el cafetalero tenía un problema en el pulmón y no quiso asumir el riesgo.
Wason se fue y demandó a Cruz Azul, pero después de varios años, su acusación no prosperó. En su lugar se trajo a Edixon Perea.
GUILHERME GUSMAO
El brasileño se iba a convertir en el delantero de Sergio Bueno para el Apertura 2015; La Máquina había pagado su cláusula de rescisión y el sudamericano llegó a suelo mexicano, él si pasó sus exámenes médicos pero de última hora cambió sus pretensiones económicas, razón por la que Cruz Azul decidió cancelar la operación.
Hubo otros casos en los que la contratación no fructificó pese a tener muy avanzada la negociación, como fue el caso del canadiense Lucas Cavallini en el Apertura 2019 o el de Aké Loba en este mismo semestre.
JMRS