El sábado pasado, después de que André-Pierre Gignac marcó el tanto del empate frente a Cruz Azul ya en la compensación, el delantero francés encaró a Jesús Corona y le gritó: "eres mi hijo". La situación siguió en los vestidores.
En toda su carrera en el futbol mexicano, Gignac nunca ha sido expulsado y solo contabiliza 28 amonestaciones, pese a que ha repetido episodios como el del sábado. Ante tal situación, Robert Dante Siboldi, entrenador de Cruz Azul, ve lógica su reacción y que ha sabido aprovechar la situación.
“Si la gente se lo permite, me refiero a los árbitros o directivos o quien se lo permita, pues bien por él porque está sacando ventaja de eso".
Y agregó sobre la reacción del francés: "La verdad tenían impotencia porque no podían hacernos un gol porque si bien hubo momentos que tuvieron la pelota, el control del partido lo tuvimos nosotros. Podrán decir que estuvimos atrás y jugar al contragolpe, pero es opinión de cada quien. No podían hacernos el gol hasta el último minuto, Gignac se desesperaba por no tener balones”.
También mencionó que sabe de los jugadores que es muy común que tenga estas actitudes.
“Las discusiones con el árbitro, por lo que me dicen los muchachos es muy común, entonces si se lo permite el árbitro es problema del arbitraje".