La edad no está peleada con la capacidad analítica. Celeste Espino tiene 18 años recién cumplidos pero ya es consciente de la evolución que ha tenido su posición en los últimos años, de la portería que defiende, y de la madurez que ha tenido que acelerar en su vida a raíz del deporte de alto rendimiento. La arquera titular de Chivas Femenil habló sobre su pasado, presente e ideología.
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“El pensar que ahora me toca la responsabilidad que ahora me toca ser la portera titular de Chivas es algo por lo que trabajo todos los días y siempre doy mi máximo y trato de mejorar cada entrenamiento y cada partido”, compartió Espino sobre cómo ha sido despertarse y saberse la arquera titular del equipo.
Con 14 años llegó al primer equipo y sacrificó parte de la infancia y la adolescencia para convertirse en una deportista de alto rendimiento. “Tengo una personalidad muy competitiva y creo que eso me ha ayudado mucho en crecer como futbolista e ir agarrando madurez”, comentó.
Al igual que otras grandes historias, su inicio en el balompié y en la portería se dio de manera fortuita. Una invitación a jugar porque un equipo no se completaba y una renuencia a jugar futbol porque su pasión era el voleibol. El destino la llevó a donde está y descubrió que era lo que verdaderamente quería hacer.
Espino es otro ejemplo de que el aprendizaje puede llegar desde distintas vías. Sus referentes son el claro ejemplo de lo que es ella como jugadora. “Muchos de mis porteros a seguir siempre han sido Ter Stegen, un portero muy bueno con los pies, Manuel Neuer en lo extranjero y aquí en México siempre trato de ver a Alfredo Talavera, siempre me ha gustado mucho cómo se desempeña en la portería”, explicó.
Celeste agregó que también se identifica con Raul Gudiño por el tema de la altura y que también ha volteado a la élite del futbol femenil para adquirir más referencias. “Siempre traté de buscar algún referente y me encontré con Hope Solo, que es la portera de Estados Unidos, siempre veía videos de ella cómo trabaja y me motivaba mucho ver porteras elite, el trabajar el cómo se desarrollaban en la posición”, compartió.
En la mente tiene un mundial y consolidar su papel de referente en el Guadalajara. En su actual rol de aprendiz, intenta sacar mejor de quienes se rodea. El futuro le sonríe a Celeste Espino, perfeccionista dentro y fuera del terreno de juego y con la misión de trascender en la historia del futbol mexicano. “Estoy decidida a dar lo mejor de mí y espero que las cosas me salgan bien”, finalizó con esperanza.