El capitán de Chivas de Guadalajara, Jesús Molina, todavía cree que existe el denominado amor a la camiseta por parte de los jugadores, pero sin olvidar que el futbol es una profesión y los cambios de club se hacen en busca de tener más actividad y un beneficio económico.
Molina defendió las playeras de Tigres, Monterrey y América, y en la actualidad juega con Chivas, cuatro equipos que protagonizan rivalidades importantes en el futbol mexicano y con los que se entregó al máximo con el profesionalismo que lo caracteriza.
“Esto una profesión y yo me considero un jugador profesional completamente, comprometido con el equipo que me brinde esa oportunidad, esa confianza. Pocos jugadores duran toda la vida en un equipo y normalmente, los que duran es porque son canteranos, nacieron ahí y les dan esa oportunidad, y saben que en el tema económico no van a tener problema con ellos”, afirmó.
En declaraciones para una cadena de televisión deportiva, el mediocampista de contención manifestó que la salida de un jugador sucede por muchas circunstancias, una de ellas el bienestar de la familia.
“Muchas veces, cuando tú pides salir, es porque se te genera una oportunidad de jugar más y por ende, va a haber un beneficio económico… El amor a la camiseta, creo que sigue existiendo, pero sin anteponer que es una profesión, que es un trabajo y que no por amor a la camiseta vas a dejar de jugar, o vas a dejar de comer, porque al final tu profesión es el que da el sustento a tu familia”.
Subrayó además la importancia de que el propio club en el que juegas tenga un aprecio por la persona, por el jugador, que busca día con día dar el máximo esfuerzo por el bien de la institución, ambos deben de ir de la mano.
“Yo puedo tener amor a la camiseta, pero si ese equipo no le tiene ‘amor’ a Jesús Molina, pues yo no puedo quedarme con los brazos cruzados, o en casa acostado y esperar a que cualquier otro equipo me dé dinero. Créeme que he tratado de ser lo más profesional posible en todos los equipos en los que he estado”, indicó.
JMH