El clima no presagiaba nada nuevo. Era una especie limbo. Nublado, de repente algunas gotas, a veces el sol amenazaba, el aire soplaba. El panorama no estaba claro, justo como el futuro de Víctor Manuel Vucetich.
Desde que el árbitro silbó el inicio ya estaba en desventaja, porque necesitaba ganar. Suspiró en un par de ocasiones, las mismas que el Necaxa perdonó el 1-0. Aunque el cielo seguía indeciso, poco a poco iba encontrando señales de que no todo estaba perdido aún.
El gol de Isaac Brizuela fue como el sol después de la lluvia. Con el triunfo, tal y como él lo dijo en una conferencia de prensa “alcanza para seguir comiendo tres o cuatro semanas más”. Voz de profeta.
Necaxa empató y otra vez se nubló. El clima no mejoraba pero para Vuce era como si empeorara. El segundo tiempo se convirtió en un suplicio incluso hasta después de los 90 minutos cumplidos. Cuando Jorge Isaac Rojas marcó penal a favor del Guadalajara, se abrió una luz de esperanza.
Entre Ángel Zaldívar, Luis Ángel Malagón y Jorge Isaac Rojas jugaron con los sentimientos de Vucetich. El ‘Rey Midas’ no aguantó de pie el disparo del ‘Chelo’, mismo que detuvo el arquero del Necaxa. El júbilo de los visitantes duró poco, hasta que el silbante decretó que el penal se repetía.
12 minutos después del 90’ por fin Ángel Zaldívar hizo el 2-1. El partido todavía tuvo que correr un par de minutos más hasta que se escuchó el silbatazo final.
Aunque la lluvia ligera continuaba sobre el Estadio Akron, para Víctor Manuel Vucetich volvió a salir el sol; esta vez durante un poco más de tiempo.
JMH