El desempeño de Uriel Antuna en la selección mexicana contrasta con su actualidad en el Guadalajara. Su participación en los goles se ha convertido en un arma de doble filo, pues mientras en un sitio le da argumentos para seguir siendo considerado, en otro parece generarle incertidumbre y cuestionamientos.
El dilema de Antuna es un reflejo de la importancia del contexto. Primero porque no cuenta con el mismo tipo de compañeros en el once de la selección que en la alineación titular de Chivas. Las condiciones de los mediocampistas en el combinado nacional potencias sus cualidades: la ruptura y su juego con espacio.
La capacidad de Rodríguez, Córdova y Romo para jugar entre líneas no existe con la misma claridad en el Guadalajara. Ante la presencia de Molina y Vázquez en el Rebaño, jugadores cuyas cualidades se enfocan en la recuperación del balón y la presión constante del rival, Uriel pierde herramientas para aprovechar sus virtudes.
Un ejemplo de las condiciones aprovechadas con los rojiblancos, fue su primera asistencia y su último gol. Contra Tijuana en el Clausura, Fernando Beltrán filtra para que Uriel ataque el uno contra uno y después asista a Macías. En el encuentro ante Tigres, Molina aprovecha la ruptura de Antuna entre los centrales con juego directo para dejarlo mano a mano con el arquero.
El problema en el Guadalajara es la falta de jugadores con características creativas en el once titular. Como Chivas genera poco, los extremos como Antuna, Angulo y Brizuela tienen que jugar por dentro para que los laterales ocupen los carriles exteriores en el último tercio del campo. Ahí Uriel pierde el contexto ideal para explotar sus mejores herramientas.
Su mapa de calor indica que pasa la mayor parte del tiempo pegado a la banda, porque sus características así se lo exigen. Para sacarle provecho a Uriel es necesario buscarlo al espacio, como hicieron Beltrán y Molina, no con pases al pie, lo que casi siempre se da en Chivas por las condiciones de sus futbolistas.
Gerardo Martino ha sabido identificar las maneras de explotarlo al máximo desde la primera vez que lo dirigió. En el Guadalajara han pasado 9 meses y dos cuerpos técnicos y pareciera que todavía se están haciendo preguntas, cuando la solución siempre ha estado con Uriel Antuna defendiendo la playera de la selección.
JMH