La crisis paró en el estadio maldito del Rebaño. Ni Matías Almeyda en su época de gloria ganó en Tijuana. El Rebaño sufre para ganar, pero sufre en serio con un hombre de más acabó pidiendo la hora. La crisis futbolística no ha pasado pero ya se ganó en el territorio más hostil de la Liga MX. Tena acabará el torneo, hay crédito de sobra tras ganar en la frontera norte. El sufrimiento como estilo de vida.
Xolos 0, Chivas 1.
La disciplina por encima de los jugadores. En la semana se adelantó que Calderón iría a la banca por ser captado en un baile dominical y Ponce recuperó el puesto. Antuna se repuso de los abucheos y se acordó de su arma principal, no el gol, no la gambeta, la velocidad. Al minuto tres Uriel aceleró de 0 a 100 kilómetros y centró preciso a la colocación de JJ Macías y gol del Rebaño. Primera asistencia de Antuna, quien falló en casa la semana pasada y ahora arrancaba con una galopada que terminó en gol de Macías. José Juan no dudó y a celebrar, Chivas se acomodó pronto en la cancha y de inmediato facturaba. Gol de Macías y el Rebaño se iba al frente con gol de vestidor. El Rebaño tenía todo a favor y al 19 Mauro Lainez en una zona del campo donde no había necesidad de ir con fuerza desmedida, pateó en el rostro a Jesús Sánchez y el silbante, Marco Ortiz, con apoyo del var, expulsó al mayor de los Lainez y le abría el camino de la victoria al Rebaño Sagrado.
Chivas era dueño del balón y de las acciones, Antuna era el más participativo y generaba peligro cada que tomaba la pelota, pero no llegaba el de la tranquilidad, el gol que diera la confianza para manejar el duelo.
La mala noticia fue una nueva lesión, otro soldado caído más, Jesús Molina pedía el cambio y el Gallo Vázquez entraba a la cancha a ayudar a contener los ataques de Angulo y Bolaños.
Chivas era mejor, marcó el gol de la diferencia, pero era muy poca la diferencia que sacaba al término del primer lapso.
Para el complemento Xolos realizó un movimiento interesante, Bolaños se tiró entre los contenciones y los dos centrales para quedar de frente al arco de Toño, el Rebaño tardó varios minutos en entender el movimiento y nulificar al delantero ecuatoriano que buscaba hacer daño jugando entre líneas.
Xolos la tenía muy clara, apostando todas sus fichas a la pelota parada y así le ganaban todas al Rebaño, era imposible competir en táctica fija contra los fronterizos.
El Rebaño tenía controlado el partido hasta que llegó Ponce y cometió un penalti infantil, los locales tenían todo para igualar los cartones y Angulo la desperdició, su disparo fue directo al poste y fuera.
Chivas cayó en la trampa, se metió al terreno de toma y dar, cuando el Rebaño tenía superioridad numérica. El empate era un fantasma que se empezaba a apoderar del coloso del boulevard Agua Caliente, pero el Rebaño aguantaba.
Tijuana tuvo el empate al 78, pero Cubo Torres llegaba tarde a una jugada que se inventó el colombiano Cardona. El Rebaño sufría para mantener la ventaja contra 10 rivales.
JMH/SFRM