La maternidad como la persecución de los sueños, son como el deporte de alto rendimiento, implica un esfuerzo diario, te prueba, te reta y te obliga a ser creativo en la resolución de conflictos que terminan enseñándote más de ti mismo y mostrando tu mejor versión. La oportunidad de ser futbolista profesional y la noticia de su embarazo llegaron a la par para Damaris Godínez, de Chivas Femenil; su entrega, la condujo a la victoria en ambos retos.
“Se hablaba de que la liga probablemente iniciaría en México, todas las futbolistas estábamos muy contentas y yo un poquito también triste por no poder estar desde el inicio. Yo sentía que ni iba a poder pertenecer, no sabía si me iban a aceptar por el simple hecho de ser mamá, yo soñaba con jugar futbol profesional, pero fue difícil porque me sentía súper mal, no tenía ritmo, los nueve meses no entrené ni tampoco la cuarentena, me costó muchísimo pero siempre fui muy disciplinada y desde el momento en que tenía a mi bebé me puse a trabajar y buscar alguna visoría o alguna opción que tuviera”.
- Te recomendamos América Femenil derrota a Chivas y se pone a un paso de la Semifinal Liga Mx Femenil
Con muchas dudas, la defensora rojiblanca regresó a la actividad pero decidió guardar el secreto.
“Al principio nadie sabía que yo era mamá, pensaba que no me iba a aceptar y al fin de cuentas cuando me atreví a dar ese paso, todos se sorprendieron: ‘¿A poco eres mamá?’ Siento que todo cambió, tuve más apoyo, todos me admiraban por ser mamá y entrenar; me hizo sentirme orgullosa de lo que soy, de lo que tengo; mis compañeras me preguntan, ‘¿cómo le haces? vienes y entrenas, cuidas a Thiago, le ayudas con la tarea, comida y la casa’. Me siento muy contenta de sentir que me admiran, a veces ni siquiera yo me la creo pero estoy feliz de vivir esto, de tener a Thiago en mi vida y poder compartir mi profesión con ser mamá”.
¿Cómo llegó la oportunidad de jugar profesionalmente para Damaris Godínez?
Las oportunidades crecían y con ello los retos, el estar fuera de casa y lejos de Thiago sigue siendo complicado pero todo esfuerzo ha sido pensando en él.
“León fue mi oportunidad y tuve que dejar a Thiago, a mi esposo, familia, padres; creo que fue lo más difícil, lo extrañaba y me sentía triste, como madre no es bonito estar lejos de tu hijo pero todo sea por cumplir un sueño, por hacerle saber que también es por él y ahora que me ve aquí en Chivas y cuando viene al estadio a apoyarme sepa que el esfuerzo que él hizo también y que hicimos todos, valió la pena y cuando lo miro en el estadio sé que todo fue por él y por mí”.
Aunque con las mismas capacidades, el futbol femenil tiene necesidades diferentes, crear condiciones para que las jugadoras no elijan entre la maternidad y la profesionalización debe ser una de las principales.
“Poder llevar a Thiago a los entrenamientos, el tener a alguien que me ayude a cuidarlo mientras yo entreno. A todas nos tocó batallar con los sueldos, yo vivía muy lejos de donde entrenábamos, tenía que irme en camión, en tren y prácticamente ocupaba todo mi día, me hubiera gustado ese apoyo para poder comprarme un carro antes pero siento que todo eso se valora y te ayuda a crecer.
Sobre su mamá y su hijo, lo tiene claro:
“A mi mamá: la admiro, ahora entiendo todo lo que nos decía y dice, gracias por siempre estar para mí, me ha apoyado muchísimo con Thiago, cuando me fui, con mi esposo también y es mi ejemplo a seguir siempre y la quiero mucho.
“A Thiago: siento que si no hubiera llegado a mi vida no sería la persona que soy ahora, soy más fuerte, responsable, gracias por luchar junto conmigo porque ahora los dos disfrutamos muchísimo estar aquí en el futbol y poder siempre jugar partidos, conocer estadios y nuevos lugares, también lo quiero mucho y gracias a ellos y a toda mi familia soy la persona que soy ahora”.
SRN