Chivas es una realidad y una muy grata. Hacía muchos años que no se veía una versión como la actual del Rebaño Sagrado y no es que se trate de un equipo espectacular, pero sí de uno muy práctico y efectivo, pero, sobre todo, de una escuadra que va por los campos de la Liga MX defendiendo y honrando su grandeza.
Las dudas que rondaban el proyecto rojiblanco con la llegada de Fernando Hierro y Veljko Paunovic han sido desterradas, es cierto que aún no ganan nada en materia de títulos, pero lo que sí han ganado y en esta industria tiene un valor incuestionable, es la credibilidad. Sí, Chivas es un proyecto serio y no uno improvisado, desde la dirección deportiva se tiene claro el camino a seguir, y en el banquillo también se conoce la hoja de ruta.
Contra su propia historia
Sí, Chivas es una institución que siempre se le demanda y exige protagonismo, la administración de la familia Vergara lo llevó a otro nivel, le dio más caché, pero eso no fue trasladado al campo de juego donde le faltó un papel estelar, en los últimos tiempos parecía más actor de reparto que una estrella del torneo.
Y para muestra están los números, esos que hoy destacan en el presente y que suelen condenar su pasado reciente, porque apenas es la cuarta ocasión desde el Bicentenario 2010 que Chivas se ubica entre los cuatro primeros lugares de la tabla general pasada la primera mitad del torneo. Un sitio en el que debería estar por historia, se les ha negado en la última década.
El cuarto lugar que hoy ostenta el Rebaño Sagrado y que lo tiene en la zona noble de la clasificación, contrasta de manera radical con otros registros negativos, pues en los últimos 27 torneos cortos el conjunto rojiblanco -a estas alturas del campeonato- solía moverse por debajo del noveno puesto, es decir, de media tabla para abajo. En 17 de esas 27 temporadas ese fue su sitio, y en seis ocasiones estuvo entre el quinto y octavo.
Vuelta a la grandeza
A las Chivas de Paunovic da gusto verlas jugar, más allá de si son espectaculares o no, tienen claro lo que pretenden y porque el mismo entrenador se ha mostrado coherente en la sala de prensa, si el discurso que transmite a su afición lleva ese signo, es porque su equipo también lo manifiesta.
Los 18 puntos que ha logrado hasta ahora es la cosecha más prolífica desde el 2010, es incluso un punto mejor que el que contabilizaba en el Clausura 2017, cuando a estas alturas del torneo el equipo de Matías Almeyda era líder del curso, pero tenía un punto menos.
Hoy, el Rebaño está convertido en el mejor visitante del torneo, ha dado golpes de autoridad de buen calibre; por ejemplo, fue a Monterrey para vencer a Rayados en la Jornada 1. Y cuando Pumas parecía refugiarse en el estadio Olímpico, también derrumbó al conjunto universitario. Y el golpe más contundente lo dio el pasado sábado, cuando venció a Tigres en el mismo estadio Universitario. En campos donde solía pasar malos momentos, mostró capacidad de supervivencia y salió con el puño en alto.
Constancia
El Guadalajara es una grata revelación, un equipo que avanza con sentido común en el campo y en los despachos, una sinergia necesaria en cualquier entidad que aspire a ser contendiente. El camino a seguir debe ser el mismo, en la segunda parte del torneo lo que se espera es que siga creciendo, que evolucione aún más con la confianza que ha ganado.
Una noticia esperanzadora para Chivas es que este buen paso lo ha conseguido con las bajas de Alexis Vega e Isaac Brizuela, dos jugadores clave en la parte futbolística y en el liderazgo dentro del vestuario, pero justo en la adversidad han emergido jugadores como Víctor Guzmán, quien se ha convertido en un motor del equipo, también Ronaldo Cisneros y Daniel Ríos, jugadores que le dan una cuota de frescura al ataque rojiblanco.
Tiene razón Paunovic en que deben mantener los pies en la tierra, pero el aficionado de Chivas tiene motivos para ilusionarse, hoy sale a la calle con el pecho inflado y no con la cabeza gacha. Chivas está de vuelta y eso siempre le hará bien al futbol mexicano.
FCM