Salcido regresó a casa. Quizás no fue como lo pensaba. El Chivas contra Veracruz no pasará a la historia por ser un duelo lleno de emoción, pero sí marcará la historia de alguien con un antes y un después.
222 partidos pasaron para volver a ver a Carlos con una camiseta diferente a la rojiblanca. El también mundialista debutó con Veracruz tras haber sido anunciado como refuerzo Escualo el pasado 29 de enero. Lo hizo ante el equipo de sus amores.
Apenas 77 minutos para Salcido en juego que bien puede catalogarse como aburrido, al mismo tiempo, de nostalgia. La gente le dio su merecido lugar al hombre que en mayo del 2017 levantó la “12” justo en el centro de esta cancha.
Aplausos al ser nombrado por el sonido local, sin abucheos cuando entró en contacto con el balón a diferencia del resto de sus compañeros. Pocos, pero hubo cánticos en las gradas con su nombre. El futbolista nunca fue indiferente.
Al salir de cambio los chiva hermanos también le reconocieron, a lo que Salcido agradeció. Un duelo no tan especial, en una noche que no pasará a la historia. El día en que uno de los mejores futbolistas que ha portado la camiseta del Guadalajara, se vio las caras con sus ex compañeros.
Sobre el regreso, aficionados como Isaías Ortiz opinaron sobre el trato que Carlos recibió en sus últimos días en la institución.
“Terrible (el trato). Como a todos los ídolos, pero no es novedad, a ‘Ramoncito’ le dieron una patada en el trasero, al ‘Bofo’ ¿Por qué iba a ser diferente con Carlos Salcido? Qué pena que en lugar de retirarse aquí con el equipo de sus amores tenga que retirarse en un equipo de tan mala calaña como Veracruz”, dijo.
GPE