Ese viernes no podrá olvidarse nunca más. Jalisco sufrió una sacudida en muchos sectores. Falleció Jorge Carlos Vergara Madrigal, el dueño de Chivas, el empresario que daba empleo a miles de personas; ese líder excéntrico, siempre polémico, que recuperó al Rebaño de una crisis grave y que lo regresó a los primeros planos, al que le construyó un estadio y le regaló la era más gloriosa después del Campeonísimo: la Era Almeyda.
Jorge Vergara prometió hacer de Chivas el mejor club del mundo y los puso a dos partidos de lograrlo, fueron al Mundial de Clubes y estuvieron a 45 minutos de enfrentar al Real Madrid.
Con Jorge Vergara, Chivas tocó el cielo del futbol sudamericano, al chiverío se le llegó a conocer como el “mata argentinos”: goleó a Boca Juniors, eliminó a River Plate, San Lorenzo, Vélez Sarsfield, le quitó un invicto de 19 años al San Pablo en Morumbí, por la Copa Libertadores de América, llegaron a una final de este certamen, pero se quedaron a la orilla.
De la mano de Vergara, Chivas ganó dos títulos de Liga: el Apertura 2006 en Toluca, con ese gol agónico del Bofo Bautista, y ese triunfo ante Tigres en el Clausura 2017 bajo la tutela de Matías Almeyda.
También Vergara dejó un gran legado de exportación. Facilitó que Carlos Vela se fuera al Arsenal sin siquiera debutar en el Rebaño, vendió a Europa a Carlos Salcido, Francisco Javier Rodríguez, Raúl Gudiño, Ulises Dávila, entre otros.
La máxima figura surgida en las básicas en el tiempo de Jorge Vergara fue Javier Hernández; el mismo Jorge negoció y cerró el trato con el Manchester United, equipo en el que Chicharito jugó cuatro años, ganando casi todo.
En el plano deportivo, el equipo creció enormemente de mano de Jorge y a los pocos días de haber fallecido, en un sentido homenaje que se le brindó en el estadio rojiblanco, Amaury leyó una carta para su padre, recordando situaciones que agrandaban la memoria del empresario tapatío.
“Jamás hablabas negativo. Por tu mente simplemente no existía el ‘por qué no’. Siempre, siempre era un ‘cómo si’ y ‘por qué si’. Siempre hablabas del futuro como si fuera un hecho y genuinamente convencido. Jamás te vi deprimido o derrotado aún en los momentos más difíciles, ni siquiera el último día que te fuiste. Eso lo tienen que saber todos.
“Me enseñaste a respetar mi salud y mi cuerpo. A que, si bien no éramos perfectos, siempre había espacio para mejorar. A aprender una nueva forma de cambiar un hábito, a tomar un curso, probar algún menjurje nuevo o sustituir algo que hace daño por algo más saludable…
“Cuando me accidentaba o rompía un hueso en alguna de mis locuras de adolescente acelerado llegabas como podías lo más rápido posible. No puedo recordar ni una sola vez que me dijiste que estarías y no llegaste. Fuiste un padre maravilloso.
“Pa’, las lágrimas que te lloro no son de tristeza, son lágrimas de amor, de orgullo, de agradecimiento”, fue parte de la carta del hijo mayor, sentida y llena de amor, acercando más a la gente a esa parte desconocida del empresario”.
Vergara, el de la disciplina
Don Jorge era un tipo convencido de que la disciplina era parte importante del crecimiento de sus jugadores, cuando algo no caminaba, los mandaba a Colombia a tomar un curso Gestalt donde les quitaban el dinero, celular y los dejaban incomunicados y parte de las dinámicas era pedir dinero en la calle lavando vidrios, para poner los pies sobre la tierra, esto comentaba Fabián por ahí de 2011.
“Me siento muy contento e ilusionado de poder ir a esta nueva experiencia, pues creo que es algo que te deja mucho aprendizaje y a la vez, te sirve mucho para lo que es tu vida personal, tu vida profesional y demás, por ello es que me siento contento, con muchas ansias de prepararme cada día más y de buscar la excelencia en todo”.
Además de Fabián, Omar Arellano, Erick Cubo Torres y Adolfo Bautista fueron a Colombia a recibir este tipo de ayuda.
Después de la muerte de Jorge Vergara, en el último año se dieron varias indisciplinas, que culminaron con cuatro elementos cortados, se ve que estas nuevas generaciones de jugadores no conocieron la mano dura del empresario tapatío.