El amor a la camiseta va más allá de solo traerla puesta y alentar a su equipo. Para Adrián Prado el contar con la playera del Club León pasó de ser una forma de alentar a su equipo a una verdadera pasión de colección, pues desde que tiene 7 años recuerda haber tenido su primer prenda de su equipo favorito y ese tan solo fue el inicio de una colección que hoy suma más de 380 unidades.
Principalmente el leonés comentó que su afición llegó por tradición, su abuelo fue quien le contaba los grandes momentos que tenía la Fiera en sus años de gloria y desde ese momento comenzó a ser admirador del equipo y alentarlo en las buenas y en las malas.
“Empiezo desde muy chico. Mis abuelos son de León, de ahí nace todo, con mi abuelo es un vínculo muy cercano, era lo más importante entre nosotros, eran las pláticas de cada fin de semana”, indicó.
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Con el paso de los años, entre camisas que usaba desde pequeño, Adrian recopiló en más de 30 años prendas no solo de las temporadas actuales en las que él ha podido ser admirador, sino que también ha obtenido los uniformes de futbolistas leoneses de otras épocas, entre ellos las de Milton Queiroz Da Paixao, mejor conocido como “Tita”
Lo más descabellado que Adrian Prado ha hecho por obtener una playera de colección con gran valor, ya sea por tener algún autógrafo o ser edición especial, ha sido cambiar un auto por camiseta, lo que demuestra que desea aprovechar cualquier oportunidad para tener su armario con los mejores ejemplares.
Para Adrian el tener sus playeras y poco a poco ir resguardándolas en un armario, significa también guardar recuerdos y actividades que ha tenido en cada viaje que va a apoyarlos y que tuvo la oportunidad de conocer a un futbolista profesional del León, debido a su colección.
“Yo me siento bien conmigo mismo eso es lo más importante, al final de cuentas he de contarte que ninguna camiseta, por lo menos no de las actuales, viene de manos de los jugadores, salvo alguna me acuerdo muy bien de Juan Cornejo un jugador chileno que no tuvo muy buen paso por acá, él sí tuvo el gesto de regalarme, de buscarme de decirme: ‘oye se que las guardas me gusta lo que haces me gustaría estar ahí, me gustaría algún día ver mi camiseta en una colección de ese tipo’, me buscó, nos vimos en un aeropuerto y se portó muy amable la verdad que fuera de ahí pues ninguno”, refirió.
Además sus playeras lo han llevado a la cancha más imponente del mundo, cuando el León se enfrentó contra el Barcelona el 18 de agosto de 2014, pues al vender algunas playeras a otros aficionados logró tener su viaje a Europa y vivir uno de los encuentros que considera quedará grabado en su memoria. _