Lo logró. Después de siete liguillas disputadas como director técnico, Ignacio Ambriz consiguió su primer título en la Liga MX y lo hizo con León, el equipo al que llegó hace dos años y que le brindó la oportunidad de ganar su octavo campeonato, así como terminar con la maldición del superlíder.
Por esto, no resulta extraño ver que el estratega tiene mucho por agradecer por este gran logro, que se suma a sus campeonatos conseguidos con una Copa Mx al mando de Necaxa y una Liga de Campeones de Concacaf, conseguida durante su paso con América.
“Primero tengo que agradecerle a Dios la oportunidad que me da de ser campeón con León. Segundo a los jugadores, por ese compromiso y esa hambre de ser campeones, es el premio a su esfuerzo y al gran trabajo que han hecho hoy”, dijo el técnico en conferencia de prensa virtual. “A mi cuerpo técnico y después a mi madre, a mis amigos. Ha valido la pena llegar a León”.
Y es que el ansiado título le llega después de dos años, en el que fue subcampeón del Clausura 2019 ante unos Tigres que les dejaron poco espacio de maniobra. Los esmeraldas ya lograron el objetivo y la espera ha valido. A esto se le suma que Nacho no pudo ayudar a La Fiera en los años ochenta para ascender, pero la deuda ha quedado saldada.
“Tenía una cuenta pendiente con la afición. Cuando me tocó ser jugador, perdí una final en el Ascenso y después contra Tigres. Hoy puedo mirarlos a la cara y decir que estoy en paz, no les debo nada”
Ante esto, Ambriz no sabe si se trata de un acto de justicia por el esfuerzo. Reconoce que ha fallado, pero que, tras los tropiezos, aprendió y hoy logró uno de los principales objetivos que se impuso en el banquillo.
“Me he equivocado, me he irritado, me he ido triste, pero gracias a la crítica me han ido ayudando y hoy estoy tranquilo conmigo; hoy me voy campeón, es trabajo del gran trabajo de mis jugadores, del compromiso de mi cuerpo técnico para poder brindarle esta estrella a la afición”, aseguró.
FCM