Da lo mismo que Pumas viva un momento crítico, es un equipo con arrastre, un club que mueve a su gente y reitera que por eso integra el bloque de los llamados grandes. Eso sí, la gente que comparece en el Estadio Azteca lo tiene claro, esperan que su escuadra esté a la altura y defienda su escudo como corresponde.
En la parroquia universitaria los aficionados llegan con una mezcla de sensaciones, por un lado, quieren ganar y por el otro les gustaría que ya hubiera un cambio en el timón.
Cristian López llega acompañado de su padre e hijo y cuando habla del paso de sus Pumas señala que "cada semana no se le ve ni pies ni cabeza, no sé si son los jugadores o es el director técnico, pero cada semana nada, la semana pasada iban ganando uno cero y acabaron goleados y humillados que fue lo peor".
Aunque su equipo no le ha dado tantas alegrías dice que viene al Azteca "a apoyar a los Pumas y a ver si sacan el resultado, pero realmente pues si no sacan el resultado pues ya que se vaya Rafa".
Y explica porque no le gusta la gestión de Puente del Río. "Como persona y todo tiene buenas ideas, pero no se identifica con la institución realmente a comparación de otros él no se identifica con la institución".
Por su parte, Erick considera que lo que Pumas no tiene un buen plantel y eso es culpa de la directiva.
"Siempre tenemos la esperanza de verlo ganar, pero ya como no sabemos qué va a pasar puede dar un buen partido le pueden dar una vapuleada como pasó el domingo, yo creo que no le podemos echar toda la culpa a Rafa Puente no es bueno, pero también tiene un equipo bueno y la que tiene la culpa es la directiva; equipo mediocre técnico mediocre".
Así las cosas, en 90 minutos Pumas y Rafa Puente se juegan su credibilidad.
AVV