Dani Alves ya viste de Pumas, el defensa internacional brasileño fue ungido de manera oficial con los colores azul y oro, con el número 33 que eligió para defender la causa universitaria por el próximo año futbolístico. Su llegada ha sido todo un acontecimiento en México y no se diga en la casa universitaria.
El día inició muy temprano al filo de las 08:00 horas salió del hotel y se trasladó a Medicina del Deporte de la UNAM parala realización de las pruebas médicas de rigor. Tras este último requisito, ahora sí a La Cantera, ahí, en compañía del presidente, Leopoldo Silva, firmó el contrato que lo liga de manera oficial a la institución universitaria.
Acto seguido acudió a la cancha, conoció a sus nuevos compañeros y tuvo la primera toma de contacto con Andrés Lillini para saber los detalles del equipo, participó en la práctica, pero no viajará a Pachuca con el equipo para el partido de este domingo en el estadio Hidalgo.
Será el lunes cuando viaje a tramitar el permiso de trabajo y en los planes está que pueda estar presente en el juego del próximo miércoles contra Mazatlán, donde si todo sale como está previsto, podría debutar con el conjunto universitario en el Estadio Olímpico.
Más allá del futbol
Tras la práctica, llegó el momento de presentarse ante los medios, cruzó la Cancha 1 de La Cantera acompañado por un grupo de niños de los equipos de fuerzas básicas y por el presidente Leopoldo Silva, quien le dio la bienvenida. “Dani Alves es nuevo jugador de los Pumas de la Universidad Nacional. Nos llena de mucha satisfacción porque Dani viene a aportar, más allá de su futbol, viene a aportar su personalidad, su experiencia y su sed de triunfo, sus ganas de triunfar como en todos los lugares en donde ha estado”, dijo el directivo.
Al momento de dar su primer discurso público, recibió los gritos y la música de aliento de unos 60 integrantes de la Rebel que se dieron cita en su presentación. Y sus palabras fueron muy emotivas, con un tono más allá de lo profesional y destacó el papel que juega la Universidad en el cambio social de México.
“Soy una persona que me gusta dejar un legado en los jóvenes, ellos van a seguir soñando y ellos podrán seguir luchando por lo que sueñan. Aquí hay una prueba viva de qué todo en esta vida es posible”, dijo de entrada.
Pero era el inicio de un mensaje muy emotivo. “Vengo de un pueblo muy chiquito, pero muy rico en todos los aspectos, de ahí sale gente con ganas de triunfo y con ganas de hacer cosas grandes en el futbol y en la vida. El hecho de venir aquí para muchos puede ser una locura, pero para mí el futbol significa mucho más que simplemente patear la pelota y correr detrás de ella, para mí no es simplemente un deporte, es algo que ha transformado mi vida y yo quiero que el futbol siga transformando la vida de muchos otros jóvenes y de muchas otras personas y por eso ha aceptado el desafío de venir aquí”.
El peso de la Universidad
Después, agregó que fichó por Pumas por el vínculo que tiene con la UNAM y el papel que ésta juega en la vida social y cultural de México: “Creo que la Universidad es la unión de la sociedad, en donde todos pueden soñar, no importa cuánto hay en su cuenta o en qué mansiones viven. La Universidad está hecha para que la gente pueda soñar, para que la gente pueda luchar por lo que sueña y puede interactuar con las diferentes posiciones sociales que hay en el mundo. Por eso he tomado también la decisión de venir aquí, para mandar un mensaje al mundo de que la vida se puede vivir de una manera diferente, más humana, más preocupado por la sociedad y qué lugar más hermoso para hacer eso que una Universidad, donde queremos, a través del deporte transformar muchas vidas. Vamos Pumas”, concluyó.
ZZM