La patada estilo 'Coreano' Rivera en contra de La Volpe

Historias de reportero / Copa América

En un partido amistoso entre miembros del Tri y la prensa que cubría la Copa América de 2004, el técnico argentino recibió una entrada que nunca olvidará

Barrida de Ricardo Magallán a La Volpe en Copa América 2004 (Archivo)
Ricardo Magallán
Ciudad de México /

Los viajes de más de una semana con la selección nacional solían ser MUY tediosos, aburridos, y esto llegaba a reflejarse en la relación entre los reporteros de la fuente y la delegación del Tri.

En Perú 2004, la cosa no fue diferente. Y menos siendo Ricardo Antonio La Volpe el técnico.

En esa Copa América, el argentino levantó la guardia y decidió ver a los reporteros como un enemigo más a vencer, pero la rutina del día a día termina matando a cualquiera, incluso, al gruñón timonel de la selección nacional.

Así las cosas, entre el aburrimiento y la ríspida relación con los reporteros, La Volpe decidió que el mejor lugar para librar la batalla para abatir ambos males era la cancha de futbol del colegio donde entrenaba el Tri en Chiclayo. El reto estaba echado: una cáscara entre los periodistas mexicanos y La Volpe con todo su cuerpo técnico y miembros de la delegación de FMF.

El equipo de reporteros la tuvo complicada para poder armar un equipo. Eramos pocos y muy malos, así que tuvimos que echar mano de algunos "cachirules": Sandro, un orgulloso inca que era nuestro chofer en aquellas tierras, la reencarnación peruana del Pony Ruiz con su no más de 1.60 metros de estatura y sus casi 100 kilos de peso. Ricardo era nuestro otro refuerzo, también peruano, chofer, y con un parecido enorme al salsero Tito Nieves con una majestuosa carrocería de más de 130 kilos de peso. Puro crack.

Con ese equipazo, nos paramos en la cancha del colegio para enfrentar, entre otros, a La Volpe, Beto Aguilar, Paco Ramírez, Milton Graniolatti, Toño Manzanares... en fin.

Nuestro Tito Nieves, como se esperaba, fue un fracaso. No aguantó ni 10 minutos antes de abandonar la cancha a punto del infarto, pero Sandro, nuestro querido Sandro, fue una grata sorpresa. Pegadito a la banda como los antiguos extremos, trajo locos a los integrantes del equipo La Volpe.

Dimos batalla algunos minutos, después, pasó lo que tenía que pasar: Ricardo Antonio y sus muchachos nos hicieron pedazos. Ni siquiera recuerdo ya cuántos goles nos habían anotado, pero estamos muy encabronados. Fue entonces cuando vino esa jugada: medio campo, La Volpe, que fue el 10 de su equipo ese día, tomó el balón para comenzar un nuevo ataque y se enfiló, realizó un par de dribles para dejar sembrados a sus marcadores e iba tan en lo suyo que no reparó en la locomotora que le venía por un lado. El argentino levantó la cabeza, se perfiló para mandar un pase y... fue una barrida muy enérgica, el 'Coreano' Rivera me la hubiera envidiado y El Picas Becerril me hubiera llamado "Maestro". Literal, me lleve al técnico del Tri entre las patas.

El argentino rodó por el campo y, en cuanto pudo, se levantó como impulsado por un resorte. Enojadísimo: ¡Eres un hijo de puta! ¡La Concha de tu madre! ¡¿Quién te crees?! vociferó en mi rostro mientras me levantaba. Tras la discusión, sabía que tenía que irme de la cancha, dejando a mi equipo aún más debilitado.

"Te pasaste, cabrón", me dijo mi amigo fotógrafo Chucho Téllez ya que estaba fuera del campo. Yo, aún caliente, trataba de defenderme, hasta que me enseñó la foto que aquí aparece, la del momento justo. Ya solo me quedó reconocer que el espíritu del 'Coreano' Rivera se habia apoderado de mí. Que pinche oso.

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