El Clásico Femenil estuvo a la altura de lo esperado, fue un partido que hizo vibrar a la afición y que fue superior a la monotonía que ofreció el varonil la noche del sábado. El femenil tuvo coraje, orgullo, pero sobre todo goles. Lo ganó Chivas 1-2, porque supo venir de atrás, lo perdió América que tuvo un error que le abrió la puerta del empate a las rojiblancas y porque le concedió dos resquicio a Alicia Cervantes, y eso se paga caro.
De entrada, el Clásico Femenil tuvo más emociones desde las primeras pulsaciones. Este América de Craig Harrington salió convencido a ser un equipo protagonista, mientras a Chivas le tomó un rato meterse en la dinámica del partido, no lograba tomarle el pulso al juego y no le quedó más remedio que agazaparse en el arranque.
No pestañeó América, que poco a poco muestra que es un equipo más cohesionado, los automatismos fluyen ya de mejor manera y hay jugadoras que le dan desequilibrio en el juego por fuera y remate en el área enemiga. La que más vértigo transmite es Sarah Luebbert, la estadunidense toma la pelota y se lanza como espíritu libre al ataque.
Camberos, Espinosa y Katty ya había chutado a puerta antes de los 20 minutos, mientras Chivas seguía sin tomarle el pulso al juego, muy desconectado y perdiendo la pelota apenas pasaba la medular. Vino entonces la jugada que cambió el juego.
Sarah ingresó al área, fue desarmada, pero la bola le quedó a Katty, quien chutó a gol, pero Michelle González se barrió y tapó el disparo, la árbitro Karen Hernández tardó unos segundos y después pitó penal por una mano de la central tapatía.
Katty tomó la pelota, y cobró con jerarquía, un derechazo imposible para la portera Blanca Félix, octavo gol de Kattykiller que entra en la pelea por el título de goleo. América se ponía en ventaja porque lo había trabajado y porque hasta entonces había sido mejor.
El gol espabiló a Chivas, el cuadro del Pato Alfaro empezó a encontrar mejores conexiones y a rondar el arco de Renata Masciarelli, pero en defensa se fajaron bien las Águilas para cortar los avances rojiblancos, sin concederle un espacio a Alicia Cervantes.
Los mejores minutos de Chivas no pudieron reflejarse en un gol, América había solventado el apremio y en el final del primer tiempo encontraron otro gol por conducto de Daniela Espinosa, pero no subió a la pizarra por fuera de juego de la atacante.
No bajó la intensidad en el complemento, los dos equipos salieron a buscar el arco de enfrente, ninguno especuló y Chivas encontró el empate muy pronto. En un servicio por derecha Kimberly Rodríguez se entregó en la marca de Licha, quedó corta y la delantera tapatía mostró su colmillo, dejó entrar la bola y definió con un tiro cruzado para vencer a Masciarelli al 49’.
Chivas se adueñó del estado de ánimo, lució mejor y América no lograba reaccionar. Jaramillo casi logra la voltereta, en un tiro de media distancia puso la pelota en el larguero cuando Masciarelli ya había sido superada.
El juego se hizo de norte a sur, las dos escuadras querían la victoria, pero fueron las rojiblancas las que tuvieron más determinación, porque las de Coapa no lograban reengancharse al juego, una buena jugada entre Jaramillo y Cervantes, acabó con Licha mano a mano contra Renata y la atacante mostró su instinto y puso el 1-2 al minuto 62.
América iba a remolque, una situación en la que no se habían visto en las últimas semanas. Chivas no bajó la intensidad. Harrington movió sus piezas, pero su equipo no dejaba de sufrir. Moneda al aire porque las Águilas se iban a lanzar con todo y Chivas esperaba liquidarlas en otro descuido.
No le alcanzó a América con su deseo, esta vez no apareció ese equipo que marca más goles en el segundo tiempo. Se lo llevó Chivas, porque en ataque cuenta con una delantera que te fulmina en cualquier momento.