Dicen que uno hace cosas locas por su equipo de futbol, que a veces el amor por los colores es algo que sobre pasa lo racional y ese podría ser el caso de Jenni, una mujer que tiene 32 años viviendo en Idaho, Estados Unidos, muy cerca de la frontera con Canadá, pero que no lo pensó dos veces y pudo conocer, por fin, el Estadio Azteca para ver a su amado Cruz Azul en el juego del repechaje contra León.
“Vengo de un pueblo que se llama Coeur d’ Aleme en Idaho, está a 40 millas de la frontera con Canadá, tengo varios días transbordando nada más para ver el partido”, contó.
Y es que fue su primera vez que visitó el Estadio Azteca, porque siempre que había regresado a México era para visitas familiares, pero ahora se decidió a cumplir un sueño.
“Es mi primera vez, nunca había estado tan lejos, soy de Mazatlán, pero nunca había llegado tan lejos”.
Y es que la travesía no es nada sencilla, pues no es un viaje de horas sino de días: “Son días de viaje, empecé en Idaho, después me trasladé a Denver, luego a Los Ángeles, de ahí a Mazatlán y después a Puebla y aquí estoy”.
Y después de semejante viaje las expectativas por ver a Cruz Azul son altas. “Yo espero que esta vez entremos, tenemos un técnico nuevo, mis expectativas son lentas, no estoy esperando un campeonato”.
Jenni tiembla, se le nota nerviosa cuando ve que los accesos están más cerca, que está a unos pasos de conocer por dentro uno de los escenarios icónicos en el futbol mundial.
“Mi corazón está a todo, este estadio es un monumento, me decía mi hermano que viaja conmigo que mi corazón y mi estómago se sienten como un bebe, como cuando tienes tu primera cita de novio”.
Aunque Jenni ya no le tocó ver en vivo a sus grandes ídolos, pues cuenta que parra ella hay jugadores que le marcaron su amor por Cruz Azul.
“Tengo muchos jugadores favoritos, pero desde que sigo el futbol son Hermosillo, el Conejo, Palencia… soy del Cruz Azul de antes, yo crecí con esos jugadores duros que se dejaban golpear, a vece sufro viendo estos jugadores que se caen con cualquier empujón”.
Jenni entra al estadio, su cara lo dice todo, es el rostro de alguien que ha logrado un sueño. El lunes emprenderá el regreso y espera hacerlo con una sonrisa después de ver ganar a La Máquina.
MGC