Las medidas se seguridad implementadas por el Estadio Azteca y la Secretaria de Seguridad Pública generaron un caos en los accesos al Coloso de Santa Úrsula, el cual se vio rebasado por los Miles de fanáticos que se dieron cita para deleitarse con el Clásico más pasional del futbol mexicano, el Capitalino.
Los conflictos en las diversas entradas del inmueble comenzaron a una hora de que se diera el silbatazo inicial, algunos aficionados fueron desalojados con violencia del inmueble mundialista.
“Los abonos son clonados”, le gritó un señor mientras lo empujaba y con una patada lo desalojaba. Insistente, se volvió a formar en la fila y minutos después pudo ingresar sin problema, “todo fue un mal entendido” explicaron los guardias del Azteca.
Conforme se acerca a la hora del silbatazo inicial, el público comenzó a desesperarse. Las mentadas, rechiflas y abucheos comenzaron a sonar, hasta que los elementos de seguridad se vieron rebasados y ante los empujones abrieron un par de puertas, dónde no se hizo esperar la estampida.
Codazos, empujones, puñetazos, jalones fueron el resultado de este portazo; en esta marea humana, un señor perdió a sus hijos, quienes se quedaron afuera, pues debido a los empujones no lograron acceder. El saldo del portazo fue blanco.
MGC