No ha sido una buena mañana para el americanismo. La derrota en Pachuca y eliminación de la Champions Cup es el primer gran fracaso de André Jardine, se le debe ver y evaluar de esa manera cuando el dueño del equipo puso como prioridad la presencia del equipo en el próximo Mundial de Clubes. América no se podrá codear con la élite europea y también se ha perdido una gran suma de dinero, por los altos montos que repartirá la FIFA a los asistentes.
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Tras el tropiezo en Pachuca ha habido varios señalados, el entrenador uno de ellos, pues la gestión del grupo en las últimas semanas no ha sido la mejor, aunque se podrá decir que se habla con el diario del lunes, lo cierto es que desde el partido con Pumas el equipo ha venido a menos.
En dicho juego echó mano del equipo titular cuando quizá debió dar descanso a algunos jugadores, el rendimiento del equipo fue menor que el de Pumas y ahí empezaron las dudas, momentos incómodos con Valdés y Quiñones cuando salieron de cambio y el reclamo de Henry a Brian. Por supuesto que dejó un golpe emocional y futbolístico.
En la serie contra los Tuzos nunca tuvo el control, nunca impuso su jerarquía, lo que afloró fueron las horas bajas de algunos futbolistas, el caso más claro: Julián Quiñones, quien no vive su mejor momento, pero existe la percepción de que Jardine le ha dado minutos extra. Pero el delantero no es el único que ha salido en las cartas marcadas, también hay otros como Kevin Álvarez, el lateral derecho está lejísimos de esa versión que un día llegó a mostrar en Pachuca, más pendiente de cosas extra cancha que de encontrar un buen estado. Igor tampoco vive sus mejores momentos, y otros como Jonathan y Fidalgo lucen un tanto cansados. Por si fuera poco, lo de Sebastián Cáceres no tiene buena pinta, a falta del parte médico oficial, el central charrúa podría quedar fuera un tiempo considerable, cuando se conozca la magnitud se verá qué tanto pierde América.
La próxima semana arranca la liguilla, para Jardine, su cuerpo técnico y los jugadores no hay de otra que levantar el título, tendrá siete días para asimilar el duelo, solo el bicampeonato calmaría un poco esta desazón, pero lo cierto es que se fracasó en el gran objetivo que se tenía para este semestre.
AVV