Jorge Vergara (qepd) cuando compró a Chivas dijo que en cinco años Chivas sería el mejor equipo de México y que en 10 serían el mejor equipo del mundo.
Pasaron los años, dos décadas después esas palabras quedaron en el olvido, envejecieron mal.
Atlas cambió de dueños, llegó Grupo Orlegi al cuadro tapatío, era mayo de 2019 y la historia del Atlas cambió.
Chivas no tenía, ni tiene poder en la dirigencia, y uno de los primeros cambios en la Liga después de la compra de los Zorros fue que quedó abolido el descenso, y ahí cambió la historia contemporánea de los rojinegros.
Atlas logró el bicampeonato en Pachuca, a fin de año le ganaron al León y después le pegaron a los Tuzos en Hidalgo, los rojinegros ganaron dos campeonatos en un año natural, en Chivas no hay un proyecto claro y la crisis de identidad le ha pegado fuerte a los rojiblancos.
Los rojinegros tienen una base sólida desde el arco con Camilo Vargas, los dos centrales de alta calidad como el Tincho Nervo y Anderson Santamaría, Aldo Rocha es de los mejores volantes del país, mientras que arriba el Machete Quiñónez y Julio Furch son piezas claves para obtener el bicampeonato.
En Chivas no hay claridad, en la parte baja el portero no tiene más de 20 partidos como profesional, la línea de cinco hay cuatro jugadores con experiencia, mientras que Mier ya vive sus últimos días como profesional, el mejor jugador es Alexis Vega quien amagó con irse porque no recibía un aumento de sueldo.
Chivas vive una crisis importante, desde lo institucional hasta la falta de liquidez para refuerzos y así pues el equipo no tiene continuidad, ni grandes refuerzos, desde el otro lado de la acera ven con tristeza como los Zorros han ganado dos títulos en un año y Chivas de poco a poco ve como se diluye la grandeza del Campeonísimo, con Orlegi el Atlas ha tenido un gran protagonismo, mientras que Chivas navega en una mediocridad enorme.