A Andrés Lillini la palabra crisis no le gusta, no la podrá pronunciar, pero hay algo innegable. Hoy Pumas está en una doble crisis, la anímica y la futbolística. No encuentra el punto de quiebre para ninguna y cuando parece que puede dar un paso al frente, los detalles lo llevan a dar dos atrás, vuelven las dudas y la desconfianza. Contra el Atlético de San Luis, otra vez se le fue una ventaja, tenía dos goles por delante y acabó perdiendo 3-2 con los potosinos.
Pumas salió con la necesidad de sacudirse los malos tragos, tenía que ser un equipo reactivo y no uno pasivo. Pasar de la contemplación a la acción. Así lo entendió y tuvo un buen arranque.
Andrés Lillini hizo algunos ajustes, pero Dani Alves se mantuvo en el once, ahora ejerció como medio de contención con Meritao y Marco García fungiendo como interiores.
En los albores del juego, Universidad se encontró con un penal, una acción que fue revisada en el VAR por una mano de Ricardo Chávez tras un remate con la cabeza de Higor Meritao. El árbitro, Óscar Macías, señaló la pena máxima y Eduardo Salvio asumió galones, el Toto, uno de los señalados en los últimos juegos, venció a Barovero y al minuto 3 puso por delante a Pumas.
Doblete de Salvio
Universidad tenía el partido a favor para gestionarlo a su conveniencia, lucía bien el conjunto universitario, porque si algo es indiscutible es la pierna educada de Alves y la dinámica que Marco e Higor le daban para la ida y la vuelta.
Lucía bien Pumas, que seguía tocando la puerta de Barovero, pero San Luis también tiene su guerra propia y una necesidad de encontrar una victoria que le dé oxígeno, porque también vive días complicados. Por momentos el juego se hizo de norte a sur y los universitarios encontraron el segundo.
Alves tocó al espacio, Diogo llegó a la pelota y centro, Meritao luchó por la bola y con una media chilena se sacó una asistencia para Salvio que empujó la bola con la cabeza. Pumas daba un golpe fuerte al 22’. Incluso pudo marcar el tercero, porque los potosinos estaban desnortados, pero Del Prete no logró darle dirección a su cabezazo.
Sin embargo, un error en defensa de Galindo le abrió la puerta al San Luis para meterse en el juego. El defensa se barrió y Waller cayó. Penal que cobró Abel Hernández y el uruguayo descontó. Partido eléctrico y de tensión en ambos bandos. Y otra complejidad se dio para Pumas cuando Salvio se marchó por problemas musculares, dejando su lugar a Huerta.
Pumas se desploma
Pero el tanque de gasolina de Pumas y esa tensión del primer tiempo no logró mantenerla en el arranque del complemento. Los potosinos salieron con un chip diferente, aceleraron el juego y en diez minutos le dieron la vuelta al encuentro.
Abel Hernández apareció a la espalda de Freire y por delante de Aldrete y remató para vencer a Julio González al 54’. Universidad no reaccionó, se vio rebasado en todo y de nuevo el charrúa hizo estragos en la defensa con una media vuelta dentro del área para noquear a Pumas.
Falló San Luis el cuarto y Pumas no logró el empate, el partido se rompió, Lillini mandó todo lo que pudo, aunque Alves se mantuvo. Al final resistieron los potosinos. Universidad está en crisis y no se ve cómo logre salir de ella. Eso sí, la misma no se remite solo a Dani Alves. La desconfianza es total.
MGC