Tras los hechos de violencia ocurridos en las tribunas, cancha e inmediaciones del Estadio La Corregidor el pasado 5 de marzo, las autoridades de la Federación Mexicana de Futbol y la Liga MX obligaron a los equipos a la credencialización de sus grupos de animación para erradicar los conflictos dentro de los recintos deportivos, situación que calmó los ánimos de los fanáticos, quienes con la amenaza de ser expulsados y nunca más volver a entrar a un estadio disminuyeron la tensión y hasta se observaba un ambiente fraternal , pero después de siete jornadas la violencia nuevamente se hizo presente en el balompié azteca.
La tarde del pasado domingo en la explanada del Estadio Azteca la sangre fue de nuevo protagonista en un partido de futbol. Al concluir el duelo entre Cruz Azul vs Atlético de San Luis donde los rojiblancos se llevaron la victoria por la mínima diferencia con anotación de Ricardo Chávez. Los fanáticos cementeros salieron molestos y decepcionados por el andar de su equipo y sacaron su frustración liándose a golpes dentro de los túneles del Coloso de Santa Úrsula. La bronca se extendió hasta la explanada, donde la policía intentó calmar a los rijosos, pero terminaron enroscándose en una pelea con los cuerpos de seguridad.
Luego de este altercado, la Liga MX informó que no hubo ningún detenido y por consecuencia ningún vetado de los estadios, así que los rijosos podrán ingresar de nueva cuenta al Azteca con el riesgo de volver a protagonizar una trifulca.
En Pachuca también hizo aire
La jornada 16 no solo se vio manchada por los hechos ocurridos en el Coloso de Santa Úrsula, la violencia también se dio en el Estadio Hidalgo. Al finalizar el encuentro entre Tuzos y Rayados, un grupo de pseudoaficionados, integrantes de las barras del Pachuca agredieron a aficionados de Monterrey sin importar que otros seguidores de los Tuzos intentaron calmarlos gritando "ya déjenlos, nosotros no somos así", los puñetazos y las patadas continuaron.
La policía estatal intervino para calmar los hechos violentos y a diferencia de lo ocurrido en el Estadio Azteca, aquí sí hubo detenidos y la directiva de los Tuzos anunció que tomará medidas ejemplares en torno a estos hechos.
Regresó el grito homofóbico
La credencialización no solo tenía el objetivo de evitar broncas dentro de los estadios, si no también identificar a los pseudoaficionados que realizan actos discriminatorios como el grito homofóbico y después de lo ocurrido en Querétaro parecía que no volvería a ocurrir esta situación, pero en el duelo pendiente entre Chivas y Monterrey, la afición harta de los malos resultados lanzó en varias ocasiones el grito de ¡eeeh pu…! motivo por el cual el silbante detuvo el encuentro.
Este evento de violencia no fue el único que protagonizaron los fanáticos del chiverío. Previo al duelo de la jornada 14 donde el Rebaño visitó a Cruz Azul, los aficionados se dieron cita en el hotel de concentración para la tradicional serenata, donde algunos seguidores aprovecharon para recriminarle a los jugadores su falta de compromiso y actitud dentro del campo y se hicieron de palabras e insultos con algunos jugadores, incluso intentaron dar portazo para agredir a los futbolistas rojiblancos, rompiendo las puerta de cristal del hotel.
En este evento tampoco hubo detenidos ni sancionados por parte de la directiva hojiblanca, quien acusó a los medios de comunicación de alentar a la violencia.
RGS