Al Cruz Azul de Juan Reynoso le urgía una buena jornada en el Estadio Azteca. No era para menos, La Máquina aquí había dejado de pesar, al grado de hilar tres derrotas en Liga. Sin embargo, esta noche fue práctico ante un Pumas batallador y enjundioso al que dejó en la lona con un 2-1 muy justo.
Sí, Cruz Azul volvió a sumar de a tres, importante para no alejarse del grupo puntero en la Liga y preparar con calma la vuelta de la Concachampions. En cambio, Universidad ha comenzado a perder gas en un momento crítico, esta derrota se suma al descalabro en Concacaf, donde parece ya eliminado.
De ida y vuelta
El primer aviso de Cruz Azul llegó a través del balón parado, un tiro libre de Ignacio Rivero que obligó el lance de Alfredo Talavera. Al minuto 15 Pumas tuvo la suya. Universidad armó una buena serie de pases que dejó a Juan Ignacio Dinenno frente a la portería; en su primer remate el delantero estrelló la pelota en Pablo Aguilar, en el segundo la estrelló en el poste y Corona alcanzó a rechazar con la pierna, y en el tercero Luis Abram tapó con una providencial barrida.
El partido se mantenía en una línea pareja hasta que llegó un tiro de esquina al minuto 28 en el que Cruz Azul aprovechó la mala marca de Universidad. Vino el cobro a primer poste que Pablo Aguilar peinó para prolongar la pelota, justo a la entrada de Luis Abram, quien conectó un cabezazo que rebotó en Rivero y se coló a las redes de la portería de Alfredo Talavera.
Sin embargo, a La Máquina no le duró nada la ventaja y la euforia. Dos minutos después Pumas volvió a tocar con certeza y, ahora sí, con un espectacular doble taco dentro del área llegó Favio Álvarez para fusilar a José de Jesús Corona. Un verdadero golazo.
Hacía el final del primer tiempo La Máquina generó otra opción, pero Talavera le achicó bien al canterano Huescas para dejar las cosas parejas camino a los vestidores.
El golazo de Escobar
En el complemento Cruz Azul trató de llevar la iniciativa, pero Pumas no dejaba de ser peligroso en sus contragolpes; en uno Diogo de Oliveira llegó hasta el área y disparó raso, obligando que Corona recostara y atajara. Minutos después Rogéiro tuvo la suya, igual en un latigazo, pero la mandó por arriba.
Universidad estaba cómodo así. En esos instantes lucía más peligroso a la contra, pese a que La Máquina llevaba el trámite del juego. De a poco el cuadro celeste emparejó y empezó a ser más punzante en sus llegadas.
Ingresaron Uriel Antuna y Santiago Giménez para darle más peso a la ofensiva; sin embargo, el movimiento que le dio el giro definitivo al cuadro de Reynoso fue el de Juan Escobar.
El paraguayo se ha convertido en un baluarte a la ofensiva, una garantía cuando se suma al ataque. Hoy, en la primera pelota que tocó la mandó a guardar con un auténtico golazo. Al minuto 70 vino un tiro de esquina, La Máquina cobró corto, Antuna levantó la cabeza y la puso a segundo poste donde Escobar la conectó con una media tijera espectacular, que dejó sin oportunidad a Talavera.
Y ahora sí, ya con la ventaja en la bolsa llegaron los minutos de nerviosismo que suelen acompañar a La Máquina. Vinieron los centros al área, en uno vino un remate frontal que Corona atajó.
No fue un cierre tranquilo, pero Cruz Azul aguantó. Pumas luchó hasta el final sin lograr al menos ese punto de consolación. La Máquina volvió a sonreír en su estadio como local, condición vital si quiere aspirar a algo en este Clausura 2022.
FCM