Después de llegar con las manos vacías a casa, los Tigres arribaron a la ciudad de Monterrey cerca de las 4:00 horas con el sentimiento de impotencia de haberse quedado al margen del resultado.
Javier Aquino habló en su llegada y lanzó el mensaje claro de que volverán a pelear para tener el logro que dejaron escapar.
"Nos toca estar del otro lado de la moneda y como equipo grande que somos hay que asimilar, no nos queda más que aceptar, que no se les olvide que vamos a volver", dijo.
El oaxaqueño prefirió no hablar sobre la polémica expulsión de su compañero, Raymundo Fulgencio, pero menciona que son situaciones con las que deben convivir.
"No puedo decir nada más que las jugadas complicadas siempre van a un mismo lado, al final del día si queremos seguir marcando época hay que anteponerse a eso, hay que callar, asimilar la derrota y volver a intentarlo, porque ha quedado claro que eso les duele que Tigres esté ahí, que de pelea", señaló.
Finalmente, Aquino reconoce el buen año de los Tigres aunque se quedan con la sensación de insatisfecho por no conseguir todo.
"Somos un gran equipo, una familia, el club ha trabajado bien, todos hemos trabajado bien y al final de cuenta los resultados van a llegar. En un año jugamos las dos finales de Liga, el Campeón de Campeones, la Campeones Cup, hay que seguir luchando, somos ambiciosos y nos queda esa espina, queríamos ser campeones", confesó.
Mauricio Culebro, presidente del equipo, prefirió no hablar ante los medios y señaló que ofrecerá una conferencia de prensa durante la semana para dar el balance del año del equipo.
ZZM