Cruz Azul está de moda, el equipo celeste se ha convertido en un animador del torneo, aunque la etapa de Martín Anselmi no inició de la mejor manera, por la polémica que despertó su llegada y por el incidente con Juan Escobar, el entrenador argentino aguantó la crítica y los cuestionamientos, se puso manos a la obra y está construyendo un equipo como el que hace tiempo no se veía.
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La semana pasada logró el pleno de victorias en la jornada doble, nueve puntos de nueve posibles; en total suma 10 puntos que lo tienen en la cuarta plaza de la clasificación, a solo un punto de los líderes; con la marcha que lleva es casi un hecho que estará en liguilla, una zona en la que debe estar por activa o pasiva esta institución.
El éxito de Anselmi se explica en la gestión fuera del campo y también sobre el mismo césped. Una combinación difícil de encontrar, pero que el estratega ha empezado a encontrar en los primeros juegos.
Fuera, aguantó el entorno y el chaparrón de la situación de Escobar, también la crítica de la primera derrota ante Pachuca, quizá inmerecida porque su equipo tuvo un buen comportamiento. Junto con la directiva confeccionó el equipo en posiciones estratégicas, en todas las líneas tuvieron incorporaciones: Kevin Mier en la portería; Camilo Cándido y Gonzalo Piovi en defensa; Lorenzo Faravelli en medio campo y Gabriel Fernández en ataque.
El resultado: un equipo que agrada, que tiene variaciones (no se ha casado con un esquema fijo), que muestra conceptos claros (uno de ellos la construcción de juego con los defensas), con variantes ofensivas (puede jugar con uno o dos puntas), además de que el equipo modifica sobre la marcha, ejerciendo una presión alta hacia los rivales. De a poco está construyendo un equipo de autor.
Anselmi ha logrado la recuperación de jugadores como Charly Rodríguez que se apagó el último año, también de Uriel Antuna a quien le ha trasladado esa confianza de ser un jugador puntilloso por la banda y ha sabido explotar las condiciones del Toro, asignándole tareas también fuera del área.
Aunque se puede cuestionar que las primeras jornadas se cruzó con rivales de menor pedigrí; los siguientes compromisos pondrán a prueba la capacidad de Anselmi y la de Cruz Azul. De entrada, tendrá tres encuentros consecutivos contra equipos que el semestre pasado fueron protagonistas.
De entrada, este sábado recibirá al Atlético de San Luis que el curso pasado fue semifinalista, es cierto que el cuadro de Gustavo Leal no vive su mejor momento, pero sin duda le vendrá a hacer partido a los celestes.
Una semana después recibirá en el mismo estadio de la Ciudad de los Deportes a Tigres, prueba de fuego al medirse a una de las mejores plantillas, cuatro días después visitará a León en el Nou Camp y tres días después visitará al América en el estadio Azteca y en la Jornada 10 recibirá a Chivas.
Si en las primeras cinco fechas La Máquina tuvo un calendario noble, en las próximas cinco le toca un terreno áspero, duelos que calibrarán el proyecto de Martín Anselmi; si el argentino sale bien librado y mantiene el paso, el aficionado celeste podrá ilusionarse con más certeza.
AVV