Los duelos entre clubes 'grandes' siempre generan altas expectativas, por lo cual, en muchas ocasiones son llamados Clásicos, y el encuentro entre Cruz Azul y Pumas quedó lejos de serlo, pues en los alrededores y tribunas no tuvieron el sazón que generan este tipo de encuentros.
El cielo gris que cubrió el sur de la Ciudad de México anunciaba que caería un aguacero sobre el Estadio Azteca, motivo que atrasó la llegada de los fanáticos, quienes comenzaron a llegar aproximadamente a hora y media de que comenzará el encuentro. A diferencia del Clásico Capitalino de la semana pasada, dónde el ambiente previo fue un carnaval, en duelo de porras y se podía oler la pasión y la entrega, hoy no fue así.
La fanaticada de Cruz Azul llegó precavida, con la esperanza de que los dos triunfos consecutivos Ante San Luis y Necaxa no fueran un espejismo, además, en casa La Máquina no ha podido conseguir una victoria, por lo que se pidieron observar grandes huecos en las tribunas del Coloso de Santa Úrsula.
Por su parte, la afición universitaria, la cual copó el Estadio Azteca ante América, repitió la hazaña y atiborró la parte alta del mítico inmueble, el cual se estremeció en diversas ocasiones por los cánticos, la Goya y el himno de la UNAM,que silenció a los aficionados cementeros, quienes a pesar de estar en casa no mostraron la pasión, el entusiasmo y la garra de los universitarios, quienes a pesar de estar gastados por los tres partidos en la Ciudad de México no abandonaron a su equipo.
Al igual que América, al verse superados por los alaridos universitarios, La Máquina utilizó el sonido local en diversas ocasiones para hacerse presentes y bajarle los decibeles a los auriazules, pero sus intentos fueron en vano.
El Coloso de Santa Úrsula se convirtió en un verdadero manicomio, primero, los seguidores celestes se hicieron presentes, pues festejaron la atajada de Gudiño, quien detuvo el penalti a César Huerta, pero en cuestión de centímetros y segundos la situación dio un giro de 180 grados. Ahora, los cementeros tenían caras largas, el penalti se repitió y el Chino no perdonó, por lo que las caras largas fueron de La Máquina y la algarabía auriazul, que apoyó y homenajeó a su nuevo ídolo, quien llegó a seis anotaciones y se mantiene cerca de los líderes de goleo de este Apertura 2023.
En tiempo de compensación, Cruz Azul igualó el marcador con tanto de Ángel Sepúlveda, por lo que los celestes reaccionaron y se escuchó ¡Azul Azul!, pero eso no hizo decaer los ánimos universitarios, sino todo lo contrario, pues los cánticos aumentaron con la finalidad de levantar el ánimo de los jugadores.
Para el resto del encuentro, los fanáticos auriazules continuaron con el apoyo haciendo sentir a sus Pumas como en casa y yéndose completamente contentos con el imponente triunfo por 4-1.
FCM