América no tiene freno, avanza con firmeza, el tricampeón muestra su músculo, somete a sus rivales porque encuentra la forma para hacerlo. Por activa o por pasiva doblega a su adversario. Fluye como equipo y se nota sólido. Ahora fue San Luis al que le tocó sufrirle. Un 3-0 que deja a los azulcrema como líderes indiscutidos.
A las Águilas les siguen haciendo falta jugadores, ahora no pudo contar con Diego Valdés, Rodrigo Aguirre y Henry Martín; sin embargo, sigue mostrando la profundidad de su plantel, tan rico y vasto, pero sobre todo compuesto por futbolistas que manejan de memoria la idea de su entrenador .
Procesa su partido el conjunto azulcrema, maneja los hilos de la manera en la que creen más conveniente. El único cambio que hizo Jardine con respecto al que jugó en Torreón fue el ingreso de Brian por Javairo, y eso repercutió de inmediato en el ataque azulcrema, porque el Rayo le imprime una dinámica diferente y un vértigo constante.

América no tardó en buscar el arco rival, en los primeros minutos exigió a la defensa potosina, con un cabezazo de Zendejas que Águila salvó sobre la raya. Respiró el equipo de Torrent que hizo su esfuerzo, pero el momento anímico y futbolístico de los azulcrema es mucho mejor.
No tardó en abrir el marcador el conjunto de Jardine; Chicote mandó a Brian al espacio, el charrúa es un correcaminos, se llevó por piernas a su marcador y centró para Víctor Dávila, el andino anda encendido y con el instinto fino, llegó al punto de remate y puso el primero apenas al 15’.
Atlético de San Luis tuvo un esbozo de reacción, muy tímido, porque América concede muy poco, entiende también los tiempos para la presión y los automatismos en defensa están igual de mecanizados. Encima, en esos pestañeos el cuadro potosino se topó con Malagón, un portero que está en el mismo tono que el resto de sus compañeros.
El pulso del juego fue totalmente del América, que sube y baja de velocidades a su antojo. Huele el momento para apretar con más firmeza sabiendo que encontrará la meta rival, justo antes del descanso, Zendejas desbordó por derecha y mandó un centro con veneno al 43’, una pelota que en el área cazó Dávila, el andino está sacando provecho a cada minuto que le conceden y ya lleva tres goles en dos juegos.
Otra vez en el primer tiempo América ya tenía el juego en la bolsa. San Luis debía replantearse varias cosas, el problema es que no tuvo tiempo de hacerlo porque apenas inició el complemento y Fidalgo marcó el tercero tras otra asistencia de Brian. No, los potosinos tampoco iban a ser ese equipo que diera la campanada de doblegar al tricampeón.
Lo que vino después fue un juego a ritmo semilento, las Águilas entendieron que no había necesidad de asumir riesgos, bajaron las pulsaciones, pero no dejaron de buscar el arco rival; después, Jardine refrescó su equipo, mostró su baraja de recursos. Mientras San Luis miraba el reloj para ver cuánto le quedaba al suplicio, los americanistas siguen de plácemes, ya suman 11 juegos sin perder. El tricampeón luce fuerte, muy fuerte, e imparable.
MGC